En el avión
posada una paloma. Que venga el viento.
Giza entre nieblas.
Delgados alminares, sueños del alba.
Tras de la niebla
pirámides de Giza que no se ven.
Un monje ciego.
Los ecos de su canto atraen la luz.
Agua de pozo,
sombra del tamarindo. Quietud de Scetis.
Son y no son
estas garzas volando entre la niebla.
Melocotones
de Egipto. ¿Cómo explico su dulzor?
Amanece.
El caballo blanco respira niebla.
Mi té se enfría
pensando en el regreso. Adiós Egipto. |