La casa   La calle   La playa   El pueblo 
 El parque   El puente   El jardín    




De nuevo el sol
se derrama en el bosque,
pero está solo.




En el pinar
nadie tiene reloj
y a nadie importa.




Ya florecidos,
los geranios destacan
bajo la lluvia.




Las flores oyen
los cánticos que llegan
desde la ermita.




En la ribera,
escuchando los pájaros
cantar de noche.




Atravesada
por agujas de pino
brilla la luna.




No viene nadie.
El sonido del río
deja dormir.




La carretera.
Un olmo solitario
guía las nubes.




El viento pasa
por las calles del pueblo.
Todo respira.




Tarde de invierno.
Con la niebla del valle
la de la sopa.




Hojas de higuera.
Ya es en vano que intenten
cubrir los higos.




Crujidos rojos
impiden que me duerma
ante la hoguera.




Panadería.
Magdalenas escapan
hacia la calle.




 La casa   La calle   La playa   El pueblo 
 El parque   El puente   El jardín