En México existe la tradición de celebrar la llegada de los Reyes Magos con una rosca o pan muy rico con forma anular que es decorado con frutas secas para dar la impresión de una corona. La "partida de la rosca" es un evento que se suele realizar en los lugares de trabajo o con la familia. Y para ello, previamente se le han insertado cierto número de pequeños muñecos blancos que simbolizan al niño Dios, de tal suerte que si a alguien, cuando ha de partir su porción de rosca, le toca uno de esos muñequitos, queda comprometido a ofrecer una merienda de tamales y atole el día 2 de febrero, día de la Candelaria.

El evento supone para muchos el cierre de las festividades decembrinas, aunque nunca falta la sorpresa para componer un haiku.