Yosa Buson (1716-1783) es uno de los mayores poetas de haiku de la historia de Japón. Sin embargo, para acercarnos a su arte de una forma más global es necesario conocer también su otra gran faceta artística: su cualidad de pintor. Buson complementaba casi todos sus haikus con una pequeña pintura descriptiva (arte que posteriormente sería llamado
hai-ga o pintura de haiku) tal como hicieron antes y después de él muchos autores. En el caso de Buson, su obra pictórica se extiende a otros contextos, y se le suele considerar una figura importante dentro de la pintura japonesa del siglo XVIII y, en particular, de la escuela
bunjin-ga o
nan-ga, a la que pertenecen otros grandes pintores como Hakuin, Sengai o Taiga. Dicha escuela surge "en Japón bajo la influencia de la pintura china. Sus características emanan del espíritu de sus fundadores, que tenían como ideal el que la obra reflejase el espíritu y el temperamento poético del artista, libre de cualquier restricción por la técnica"
(1).
El gran sentido del color y el especial naturalismo, tan descriptivo, que poseen muchos haikus de Buson, están influenciados sin duda por su condición de pintor. Asimismo, sus pinturas plasman a menudo instantes y visiones fugaces de la realidad como si de pequeños haikus se tratara. Para ilustrar este diálogo casi milagroso entre poesía y pintura que se desarrolla en la mente artística de Yosa Buson, sirva esta muestra de su obra pictórica compuesta por fotografías de sus obras que he ido recopilando a lo largo de algunos paseos por la red.