Haiku nº 13. Autor: Aon
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Somos la decepción de los que esperan que nos convirtamos en lo que sea. Somos lo que somos y no como nos ven. Somos lo que queda tras la noche. Lo que queda tras el fuego en que nos incendiamos.
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La noche se ha abierto. Se ha rasgado en día. Ha muerto para que el tiempo tuviera lugar. Y el tiempo tiene lugar para que cambien los seres que en él viven y mueren. Por eso somos en un tiempo. Somos un cuándo. La luciérnaga no sabe si es lo que es de día, o es lo que es de noche. Si es decepción o maravilla. Con sus dos naturalezas a cuestas -luz y sueño- desafía a la noche y al día. Porque es luz cuando no hay luz; y es insecto dormido cuando los insectos bullen de vida a su alrededor.