IX. Daniel reinventa el haiku en Yeste
Daniel Camacho Becerra, alumno de primero de E.S.O. del I.E.S. Beneche, de Yeste (Albacete). Foto: Gema Ruiz Los días 24 y 25 de abril, Ángel Aguilar y yo impartimos seis talleres de haiku en la localidad albaceteña de Yeste, a alumnos del colegio y del instituto.
En esta ocasión actuamos de forma más intuitiva que en otras anteriores. Comenzamos dialogando con los chavales, dándoles la palabra: "¿Conocéis lo que es un haiku?", "¿Qué os imagináis que puede ser?". Luego les escribimos en la pizarra algunos haiku clásicos. Al principio se reían, o exclamaban: "¡Vaya tontería!". Les hablamos del haiku feísta, recordándoles la serie de dibujos animados "Sin Chan" y el gusto de este personaje por todo lo escatológico y escabroso. Esto les animó mucho, sobre todo a los chavales de menos edad (11 años). Seguidamente salíamos con ellos a pasear por zonas con vegetación, donde se podían observar golondrinas, flores, una iglesia antigua… A la vuelta, invitábamos a los chicos a escribir su haiku. No faltaron las risas, incluso los ataques de risa de los profesores, al escuchar algunos haiku feístas, u otros terminados invariablemente en una interrogación ("¿por qué será?") colocada en el tercer verso de forma completamente aleatoria. Pero la verdad es que, entre gracietas, se deslizaban, como sin quererlo, algunos haiku espléndidos, que Ángel iba recopilando. Y en uno de los talleres ocurrió el milagro: Daniel, un chico inquieto, que ya había dado muestras de conocer intuitivamente el haiku (aunque nunca había leído ninguno) escribió esto:
Charca de agua
Una rana salta Y desaparece ¡Sorpresa! "¿De dónde has copiado este haiku, Daniel?" Pero pudimos comprobar que Daniel no conocía absolutamente nada del haiku. Posteriormente una profesora nos comentó que hacía pocos días habían estado hablando de ranas en clase. Como un Bashô redivivo, Andrés acababa de reiventar, a partir de la nada (o de la propia vida) el haiku. Había reescrito el haiku más emblemático de la literatura ("Un viejo estanque / Se zambulle una rana / Ruido del agua") cambiando levemente el primer verso y centrándose al final en la vista, en vez de hacerlo en el sonido. No sabría decir qué haiku me gusta más.
Merecieron la pena los cuatro viajes, el cansancio, incluso una peligrosa cabezada del conductor (yo) a la vuelta. La bibliotecaria, los profesores y los monitores estábamos contentos, satisfechos. Y algunos chavales también (la mayoría, creo). Os dejo con los haiku seleccionados por Ángel. Disfrutadlos.
Frutos Soriano Taller de haiku. Yeste. 24 Y 25 de abril de 2007.
Daniel
charca de agua una rana salta y desaparece
Gema
agua y niebla coinciden en el río sin darse cuenta
Gema
al ver la hierba la vaca viene con la boca abierta
Beatriz
unos niños pasean mientras una ardilla les observa
Gabriel
miro el patio diez colillas ¿en el colegio?
Antonio
una abeja vuela por el cielo vuela ¿con b o con v?
Alejandro
el viento que pasa ¿no tiene hogar?
Paco
en mi casa al salir al balcón ¡el rocío!
Ana
por la ventana los pájaros cantando bajo la luna
Steven
patio de la iglesia olor a excrementos ¿pero de quién?
Manuel
días oscuros los pájaros susurran los bebés se alteran
Gema (profe)
pueblo de montaña campanadas para nadie
Victoria
la hierba con miedo espera el nuevo día ¡las vacas!
Alberto
fumando en el patio con más ganas que miedo
Elena
¡eh, pequeño saltamontes! ¿por qué haces sombra? |