El Tablón 2003 - Segundo Semestre
- Índice de autores -
Aërides Dux - Lara, Venezuela

Ailasored
- Cádiz, España

Al Bert
- Barcelona, España

Albert Bashô
- Barcelona, España

Alberto Flores López
- Puebla, México

Alberto Hermoza
- Lima, Perú

Alberto Panizo
- Barcelona, España

Alfonso Muñoz
- Lima, Perú

Alonso Herrera
- Heredia, Costa Rica

Ángel J. Aguilar Bañón
- Albacete, España

Ángell Bebé
- Illinois, Estados Unidos

Anónimo
- Ciudad de México, México

Antonio Arana
- Navarra, España

Azucena Irene
- Buenos Aires, Argentina

Barbarroja
- Cádiz, España

Blanca Bengaray
- Caracas, Venezuela

Carlos Alberto Elizalde
- Buenos Aires, Argentina

Carlos Fleitas
- Montevideo, Uruguay

Carlos Illarregui
- Cantabria, España

Carlos Martins
- São Paulo, Brasil

Carlos Reyes
- Santo Domingo, Rep. Dominicana

Carlos Solórzano Kerouac
- Coahuila, México

Carolina Sciarrotta
- Buenos Aires, Argentina

César Bianchi
- Buenos Aires, Argentina

Chiruca Díaz
- Valparaíso, Chile

Clara A. Martínez González
- Estado de México, México

Colibrí
- Jalisco, México

Daniel Peña Bresciani
- Lima, Perú

Dokushô Villalba
- Valencia, España

Edgar Medrano
- Zulia, Venezuela

Edgar Norabuena Figueroa
- Ancash, Perú

Emilce Pinazo
- Río Negro, Argentina

Eva Comas
- Sevilla, España

Félix Alcántara Llarenas
- Zaragoza, España

Félix Arce Araiz
- Soria, España

Fernando Bravo
- Madrid, España

Fernando López Rodríguez
- Valle del Cauca, Colombia

Francisco Vázquez Vázquez
- Cádiz, España

Frutos Soriano
- Albacete, España

Gerardo Aires
- Buenos Aires, Argentina

Graciela Chisty
- Entre Ríos, Argentina

Gregorio Dávila
- Sevilla, España

Guillermo Fontes
- Santa Cruz de Tenerife, España

Iksan
- Chuchannamdoo, Corea del Sur

Inés Gallardo
- Buenos Aires, Argentina

Israel López Balan
- Ciudad de México, México

Javier Cote Parra
- Norte de Santander, Colombia

Jayer Chile
- Osorno, Chile

Jordi Climent Botella
- Barcelona, España

Jorge B. Rodríguez Quintana
- La Habana, Cuba

Jorge Martínez Ruiz
- Morelos, México

José D. Manso Arias
- Madrid, España

José Turull Bargués
- Buenos Aires, Argentina

Juan E. Ríos Vera
- Cádiz, España

Juan Merchán Martín-Caro
- Toledo, España

Katzu
- Lima, Perú

Konstantin Yordanov
- Sofia, Bulgaria

LiNdA tEntAciÓn
- Morelos, México

Luelir
- Navarra, España

Luis E. Mejía Godoy
- Managua, Nicaragua

Manuel López Gil
- Madrid, España

Mar
- Zaragoza, España

Maramín
- Valencia, España

María Sánchez Ortiz
- Sevilla, España

Mariu Quiroga
- Madrid, España

Mavi
- Murcia, España

Menecmo
- Las Palmas de Gran Canaria, España

Mignon
- Paris, Francia

Milton Hernández
- New Jersey, Estados Unidos

Nanook
- Sevilla, España

Nomfag
- Salta, Argentina

Palmira
- Valencia, España

Rafael García Bidó
- Santo Domingo, Rep. Dominicana

Raijo
- Murcia, España

Ricardo Fernández Moyano
- Zaragoza, España

Roberto J. Bulacio
- Buenos Aires, Argentina

Rubenix
- Valencia, España

Santiago Elso Torralba
- Navarra, España

Santiago Larreta
- Navarra, España

Sucri
- Buenos Aires, Argentina

Sylvia Simonet
- Salto, Uruguay

Thelma Sandler
- Nuevo León, México

Verónica Wiedrich
- Buenos Aires, Argentina

Yuriko Takano
- Lima, Perú

Zeta
- Ciudad de México, México


Nº de autores: 85



Arriba

Aërides Dux
(Lara, Venezuela)




el arcoiris
compensa la tristeza
de la tormenta

- Aparte de respetar al pie de la letra la métrica silábica, en este haiku se combinan muy bien la metáfora propia de la poesía occidental con la poesía japonesa. -- Francisco Vázquez Vázquez
- El arcoiris: como un abanico de colores que nos alegra la vista. -- María Sánchez Ortiz



faro errante
en mi mano sostengo:
cocuyo prisionero

(cocuyo: nombre dado a la luciérnaga en Venezuela)



hueca la hoja
se cuela el rayo de sol
por el dosel de la selva



camino de plata
ha hilado el caracol
¡qué seco se siente!



avisa el gavilán
al venado distraído
la fortuna de su vida



veo mi rostro
en el agua trémula:
diáfano plenilunio




Arriba

Ailasored
(Cádiz, España)




Estrella fugaz
Un rastro de Infinito
pintando el cielo



El perro ladra
a las flores que caen
sobre las aguas

- Escena realista, se ve al perro bailoteando en la orilla, ladrando a las flores y hojas caídas en el agua. -- Maramín



Tiempo de lluvias
Tus labios en los míos
a medianoche

- Resulta difícil componer un haiku romántico y respetar al mismo tiempo su significado fotográfico de la naturaleza; aquí está muy bien desarrollado. -- Francisco Vázquez Vázquez



Primera lluvia
abrazada a tu alma
¡Éxtasis de Amor!



Llueve de noche
Nuestros cinco sentidos
cantan al Amor



Siento tu abrazo
Es noche de aguaceros
con luna ausente




Arriba

Al Bert
(Barcelona, España)




En el sendero
Huellas de algún extraño
Tal vez yo mismo

- Esa capacidad de "cultivar la distancia" entre lo que somos, lo que hacemos y lo que decimos. Saberlo, entenderlo y contemplarlo nos hace más libres. -- Israel López Balan
- La oblicuidad del ser plasmada en este haiku... Muy profundo; en lo particular, es lo que espero de este recurso poético. -- Aërides Dux
- Revela una profunda introspección sin perder la propia sencillez del haiku. -- Blanca Bengaray
- Me gusta la introspección que me transmite. -- Guillermo Fontes
- Me ha encantado esa soledad expresada de una forma tan clara y sencilla. -- Mar
- Muy sugestiva la idea de descubrir un extraño dentro de sí mismo. Hermosa la figura de recorrer un sendero aparentemente nunca visto y encontrarse con uno mismo. -- Daniel Peña Bresciani




Arriba

Albert Basho
(Barcelona, España)




Pasan las nubes,
incierto su destino.
Grises y blancas



En la buhardilla
sólo la luz se posa
sobre el polvo



De luz incierta
la casa del poeta
llena con su voz



De vez en cuando
tan sólo las palabras
manchan las hojas



Tan sólo la luz,
estancia silenciosa
rotura el jardín



Polvo flotando
en el aire visible
sólo por la luz





Alberto Flores López
(Puebla, México)




al amanecer
la luz me inunda
con tus pupilas negras





Alberto Hermoza
(Lima, Perú)




Rama caída
sobre el arroyito,
cruzan las hormigas.



Guijarro solo
en la arena blanca
¿con quién conversas?



Estrellas brillan
¡pero una se mueve!
me estremezco.



Desde la cima
el río en el valle:
sierpe de plata.



Rosa sombría
tórnase lozana:
es Primavera.



¿Siente la higuera
que la abrazo fuerte?
Sí. Llora higos.





Alberto Panizo
(Barcelona, España)




Cables eléctricos
Estorninos meditando
Arte en el cielo

- Es un puro cuadro expresionista. -- Luelir



Gotas al amanecer
Destellan al sol
La muerte acecha



Horizonte, una vela
Resbalando en lo azul
Paladean mis ojos



Juguetona mariposa
Nosotros estatuas
Y tú como el viento



Atasco en Barcelona
A lo lejos, de repente
Tañido de campana



El camino
Como una gota
Se desvanece





Alfonso Muñoz
(Lima, Perú)




Adormilada
la flor de la maravilla
se despereza.



Un caracol.
Sobre él,
la Vía Láctea.

- Ejemplar la forma en la que este poeta relaciona a un individuo con el todo; que es parte de todos. -- Aërides Dux
- Además de mostrar una eficaz comparación entre algo pequeño y algo grande, se demuestra una habilidad notable en la medida de los versos: cortos y concretos. La falta de verbos y la claridad de la escena rematan un haiku memorable. -- Félix Alcántara Llarenas



Recién nacido
pone cara de asco.
Todo le apesta.



La abuelita
teje encima
de la araña.



El sol potente
penetra espesa espuma
en la cerveza.



Tormenta.
¿Habrá muerto la mosca
que ayer me molestaba?

- Haiku "de interior", digno de Shiki. La pregunta que el poeta se formula a sí mismo sobre una ridícula mosca (y en este sentido también recuerda a Issa, pues la mosca molestaba ayer pero inspira piedad hoy) es trivial si no se descubre el vínculo entre el destino de la forma de vida más insignificante y el sentido más profundo de todo el universo. -- Nanook





Alonso Herrera
(Heredia, Costa Rica)




Ante mí, la vida;
todo muere por aquí.
La hoja cae.



El hielo se derrite:
dentro de una botella
presencio mi vida.



Caen gotas
del toldo; en la acequia,
círculos danzan.



Esta noche
luceros entre las hojas,
blancos faroles.



Brillaron juntos
el amor, mi espíritu
y el crepúsculo.



El viento, agua,
tres pinos y un bambú.
Y yo, lo mismo.





Ángel J. Aguilar Bañón
(Albacete, España)




en la ventana
centellea el álamo
ojalá entrara

- El sueño de todo poeta: una ventana y un árbol son las antenas para recibir al universo. Quiera Dios, ojalá, entrará el árbol y con él la noche, los pájaros, una gota de cielo, dos chicharras y toda la poesía del mundo para ti, Ángel Aguilar. Muy buen haiku. Felicitaciones. -- Fernando López Rodríguez



dentro del mar
el camino del sol
llega hasta mí



al sol tendidos
es el fragor del mar
sólo un arrullo

- Fusión con la naturaleza y con la amada (ambos mecidos en la respiración del mar, del cosmos, del Padre/Madre). -- Frutos Soriano
- Luminoso y sereno. -- Guillermo Fontes



entre el silencio
de la luna creciente
canta la acequia

- Un haiku que me trae recuerdos de los atardeceres en las acequias de las huertas de Valencia. Una preciosa comunión de color, silencio y ruido de agua de fondo... -- Manuel López Gil



pequeño pez
en la orilla asustado
por la invasión



por arrabales
camina entre la niebla
ah allí hay luz





Ángell Bebé
(Illinois, Estados Unidos)




las viejas piedras
seguirán siendo piedras
cuando me vaya

- Este haiku, que brilla por su simplicidad, expresa que, al igual que la vida se siente efímera, lo inerte se siente eterno. -- Francisco Vázquez Vázquez
- Un haiku lleno de filosofía que me hace pensar en la levedad de nuestra vida si la comparamos con el resto de las cosas que hay a nuestro alrededor. -- Manuel López Gil



noche intensa
alumbrando la vela
queda dormida



bajo el cielo
vuela blanca gaviota
sobre el mar



del manantial
ya no beberá más
mi infancia muerta



la noche sabe
que una pequeña vela
guiará sus pasos

- Un bello encuentro entre la naturaleza absoluta y aquella otra domesticada por el ser humano. Como una barca en la mar. -- Israel López Balan
- No sé cómo describir lo que me gusta de este haiku. Es solo un sentimiento con el cual es fácil de identificarse. -- Milton Hernández



aquella rosa
continuará secándose
seguirá roja





Anónimo
(Ciudad de México, México)




solitaria flor
que la brisa arranca
¡es mariposa!



salta el grillo
se esconde el grillo
canta la roca



una es la lluvia
que cae afuera y otra...
¡la regadera!



bajo tus pasos
murmullos de otoño
sobre las hojas



tan claro cielo
y no se ven las estrellas
sólo de noche

- Qué manera de sugerir color azul. -- Zeta



un pájaro vuela
sin saber que su sombra
lo acompaña

- Contemplación pura, pura contemplación. -- Zeta
- Atractiva figura entre el vuelo y la sombra. Lo diáfano y lo oscuro. Reconocer lo inevitable del misterio. Somos el pájaro y su sombra. -- Daniel Peña Bresciani





Antonio Arana
(Navarra, España)




Esta primavera
la abeja hace miel
de la vivorera.



Mudanzas
el perro ladra
su reflejo en el espejo.



Bajo el rayo de luz
el agua turbia
más oscura todavía.



Viajero solitario
por los caminos del agua
y mis labios resecos.



Chopos verdes
en la corriente de barro
un pétalo.





Azucena Irene
(Buenos Aires, Argentina)




Traviesas olas
en su diaria muerte
culpan al faro.

- Una preciosa metáfora la del faro que atrae y a la vez como puñal asesino acaba con la vida de las olas. -- Manuel López Gil





Barbarroja
(Cádiz, España)




Bidón de basura
los gatos se disputan
las sobras del día.

- El primer verso sorprende sobremanera y anima a leer los siguientes, que conforman una escena usual pero no bella en sí misma. La atención prestada a algo feo es lo que embellece a la basura y a los gatos. -- Félix Alcántara Llarenas
- Verdadero espíritu de haiku: antítesis noche/día; hombre/animal; casa/ basura; el paralelo entre el comportamiento humano y el animal (la disputa - ¿los restos de quién nos disputamos nosotros los humanos? y ¿en qué bidón de basura? ¿Y por qué, incluso al final del día (la vida), insistimos en seguír con este comportamiento perverso?). -- Konstantin Yordanov
- Una imagen tan sencilla -quizá incluso tan cotidiana- como intensa. Podría parecer la imagen que precede o que sigue, o acaso ambas cosas, a muchos juicios de valor. -- Raijo



Lamen las tejas
la lluvia de otoño
y nunca se sacian.



En cada paso
el sostén de la Tierra
¡gratitud!



Puerta entreabierta
la abuela esconde
su dentadura.

- Una puerta entreabierta y un gesto sorprenden la intimidad de la vejez. Es un haiku sencillo que apresa el instante con mucho acierto. -- Palmira



puac... roto el silencio
el contrapunto, ...puac
de las goteras, ...puac.



Briega el anciano
por la escarpada calle
con su cojera.





Blanca Bengaray
(Caracas, Venezuela)




Mar testarudo
Lleva y trae olas
Nunca descansa



Haré un altar
Con piedritas del río
Para mi niño

- Entrañable y lleno de amor. -- Guillermo Fontes



Ven, acércate
Mira el agua saltar
Jolgorio vivo



Vientos del este
Aguaceros tenaces
¡A cantar, ranas!



Canta y ríe
Como agua de mayo
La niña ama



Vientos marinos
Agitando los mares
Sacuden sueños





Carlos Alberto Elizalde
(Buenos Aires, Argentina)




Agua de arena
Trepa la lagartija
sobre la piedra

- Me gusta la imagen de la lagartija que parece un reguero de arena, me arrebata, para mí es perfecto. -- Eva Comas



Luna de escarcha
Por surcos de maíz
tirita el viento



Luces de pueblo
Saben que existe la otra
La vía láctea



Plato de fonda
sobre el mantel oscuro
brillante luna

- La vida se detiene en una hermosa imagen. -- Inés Gallardo
- Un humilde plato vacío sobre un mantel puede convertirse de pronto en algo tan misterioso como la luna. Lo cotidiano y lo mágico se entrelazan en este haiku. -- Palmira



Arrea el sol
la hacienda al bebedero
Holandas nubes



Cae una hoja
sobre la alcantarilla
vuelve a caer

- Haiku del gesto desapercibido. Más que reflejar una escena inédita, evoca el despertar de la conciencia del observador. Es un ejemplo claro de "ser la naturaleza". -- Barbarroja





Carlos Fleitas
(Montevideo, Uruguay)




árbol de otoño
tus hojas se han ido
te queda el viento

- Aquí el otoño es mucho más que mera referencia estacional. Sutileza y aceptación. -- Jorge B. Rodríguez Quintana
- Conjuro a la soledad. -- Emilce Pinazo



esta luna es
la misma luna de ayer
farol de papel



zancos de bambú
hasta el grillo baila
con los niños



muelle en el mar
solamente el musgo
te visita



luces y sombras
en el muro del patio
viento en la hiedra





Carlos Illarregui
(Cantabria, España)




la suave brisa
abanico de mayo
como tu risa



lluvia nocturna
que permite al sapo
pisar la luna

- Elegante, fluido, sorpresivo. Digno de Tablada. Con su rima asonante está en la mejor tradición del haiku hispanoamericano. Nos hace participar de la magia mediante la cual el humilde sapo alcanza la luna. -- Rafael García Bidó



me hablan de ti
lenguaje de colores
las mariposas



celoso el mar
separando sin piedad
la misma luna





Carlos Martins
(São Paulo, Brasil)




Los árboles floridos
en la sequía de primavera
relucen por más tiempo...



Remanso del río -
jaleo de los niños
junto a los peces.



Fiesta de los Cerezos
la encorvada anciana mira –
¿última floración?





Carlos Reyes
(Santo Domingo, Rep. Dominicana)




El eco calla,
dice lo que nos dice
de madrugada.



Detrás del cristal
la luna de septiembre.
¿Por qué llorabas?

- Hay una especie de toque al mismo tiempo humano, urbano y universal, con la luna, el cristal y alguien llorando. -- Milton Hernández



Argenteas rosas.
Camino del ocaso
vuelan las garzas.



En la soledad
florecen tus heridas,
viejo camino.

- La naturaleza como fondo que descubrimos tras la pérdida de funcionalidad (heridas, soledad y vejez del camino), porque pervive más allá de lo meramente útil. -- Raijo





Carlos Solórzano Kerouac
(Coahuila, México)




el verde de tus ojos
contrasta con el negro
de mi miserable vida



los gansos gritan
lejos del río
la rana croa



el tonto mira el alba
pendiendo del hilo
origen de su locura



las ratas
bajo las calles, muy al norte, cantan
el himno de la miseria

- Da cuenta de una profunda y trascendente realidad social. -- Emilce Pinazo





Carolina Sciarrotta
(Buenos Aires, Argentina)




aguas del río
arrullador sonido
cierra mis ojos



cantan las aves
confundido en sueños
despierta el sol



fresco verano
la lluvia sobre el rostro
limpia mis penas



pica la alergia
de primavera en flor
arden los ojos



hoy me sonríe el
reflejo de mi imagen
en el espejo



se impone el balcón
mostrándose orgulloso
lleno de color





César Bianchi
(Buenos Aires, Argentina)




estrella de papel
remontan las ligeras
manos del viejo



abuelo y nieto
son dos niños a bordo
del barrilete



tañen los flecos
tambores de papel
del barrilete



hilo panzudo
el niño equilibrista
sube hasta el cielo



vuela cual águila
el gorrión dibujado
del barrilete



meneada cola
¡qué pájara elegante
es la cometa!





Chiruca Díaz
(Valparaíso, Chile)




Nubes rojizas
al atardecer
se mueven suaves



Un mapamundi
naranja en celeste
va por el cielo



Del color al gris
se desvanece, se va
la noche viene



Silencio leve
la oscuridad inicia
descanso sueño



En manto negro
las estrellas titilan
brindan destellos



La luna mira
parece estática
reina la noche


(Nota a los poemas: Desde el ocaso a la noche, es una secuencia que nace desde la contemplación del proceso natural de la caída del sol sobre el poniente)





Clara A. Martínez González
(Estado de México, México)




cantaba un ave
su rubicunda audacia
y era mi envidia



abre sus ojos
suspiros matinales
en lontananza



feliz descanso
sutil coloratura
canto lejano



lejos de todos
en tu humedad rebelde
gira mi mundo



olor a lilas
dirijo la mirada
por donde vienes

- Transmite una sensación y un sentimiento de Amor. -- Ailasored



en tu pupila
polícroma armonía
observo el mundo

- Haiku que recuerda a uno de Issa (1820), una de cuyas traducciones podría ser: "Montes lejanos/se ven en las pupilas/de la libélula"; pero la autora tiene otra visión sobre lo que puede observarse a través de las pupilas de un ser amado: nada más y nada menos que un mundo. -- Menecmo





Colibrí
(Jalisco, México)




La gota de agua
que descansa en la rama
el colibrí



Plumas tornasol
pico largo chupador
aliento al alba



Chat chat tu canto
de picaflor el ritmo
eres pasión



Ave del soto
me quemas fuego verde
que arde interno



Un dardo glauco
sentimientos en ráfaga
cápsula en vuelo



Evolución par
en el aire en el tiempo
alada joya





Daniel Peña Bresciani
(Lima, Perú)




Cae una hoja
¿o es que la tierra
sube a su encuentro?

- Me hace recordar el célebre haiku de Moritake: "Una flor caida/a su rama la veo regresar/¡mas no, era una mariposa!". Pero no es la ebriedad poética lo que se manifiesta, sino la profunda reflexión que asciende al universo: el mundo va a su encuentro de forma sorpresiva, quebrando la lógica racional propia del budismo Zen. -- Katzu



Pájaro negro,
por saltar entre hierbas
olvidas el cielo.

- La musicalidad del texto ayuda a la representación del poema. El ocultamiento es el secreto que guardamos como un tesoro o algo innombrable que se ha perdido para siempre. El pájaro negro que olvida el cielo se quiebra en nuestra voz dentro de un profundo bosque hecho de luz y de sombra. -- Katzu



Caída de agua
y en un muro de piedra
¡el arco iris!

- El factor sorpresa se presenta de manera delicada. El agua es el espejo por donde el arcoiris refleja y acaricia a la piedra. Toda la atmósfera cobra un sentido trascendente, mientras el yo poético nos induce al placer estético. -- Katzu
- Lleno de naturaleza, de paz y de silencio. -- Guillermo Fontes



Sacudo el árbol
y en lugar de pecanas
cae el vacío.

- Esa intención de mostrar el mundo invisible... -- Zeta



¿Por qué el ave
continúa cantando
si ya ha partido?



Verde montaña:
la niebla no ha querido
mostrar tu cima.





Dokushô Villalba
(Valencia, España)




suavemente
la hoja caída rompe
el espejo del lago

- La fuerza evocadora de la imagen clásica del lago nos permite presenciar cuando la suavidad de la hoja cayendo penetra el espejo sin ofenderlo. -- Jorge Martínez Ruiz



a quién cantas
al atardecer
mirlo solitario

- Pregunta que no espera respuesta y que es, en cierto modo, un koan. Haiku que se repite en busca de todas sus posibles lecturas... hasta que se oye cantar al mirlo. -- Mavi



crujido de cañas
viento de otoño
en el crepúsculo



niña de viento
junco frágil
a orillas del río

- La imagen que provocó en mí la lectura de este haiku me ha perseguido durante días, como si yo misma hubiese presenciado la escena. -- Mariu Quiroga



cuerpos calientes
bajo las mantas
lluvia de otoño



la lluvia quiebra
en mil círculos
el espejo del lago





Edgar Medrano
(Zulia, Venezuela)




Calles de abril.
Tu mirada en la brisa:
hojas y nubes.



Ríe la tarde.
Ventanales de rojo.
Torpe reloj.



Calles de sol.
Rumores del lago
la tarde pintan.



Llegas de golpe:
enciendes la noche
de nubes tristes.



Trazas el vuelo
de las gaviotas desde
tu voz lejana.



Grillos y luna:
pendientes de la noche,
circo fugaz.





Edgar Norabuena Figueroa
(Ancash, Perú)




sombra y más sombra
cayendo la moneda
tras los caminos



y salta y salta
el verde caballito
entre las hojas



vieja la rosa
observa sabiamente
a la tijera



cae el rocío
en un frágil cristal
el universo



breve espejo
los fugaces reflejos
vuelan deprisa



sonríe el sol
la mariposa vuela
de flor en flor





Emilce Pinazo
(Río Negro, Argentina)




el infinito
de la estrella fugaz
se clavó en mí



noche de luna
soplo de tu sonrisa
besó mi alma.



el rosal niega
darnos las rosas rotas:
la vida fluye.





Eva Comas
(Sevilla, España)




Con flores rosa
un macizo de adelfas
desafía al sol



en el estanque
ha caído un fruto, ¡chop!
desaparezco



Al ponerse el sol
el mejor de sus rayos
¡la luz del fuego!



Moja tan poco
la lluvia que tamiza
el viejo nogal





Félix Alcántara Llarenas
(Zaragoza, España)




Por esta calle
ni siquiera el invierno
quiere pasar.

- Sugiere mil posibilidades, todas desoladoras, con apenas unas cuantas sílabas. -- Mar
- La soledad del poeta. Nombrador único de la calle amada. -- César Bianchi



¡Eh, caracol!
Deja entrar en tu casa
a la babosa.

- Y si esa babosa entra, maliciosa, a la casa del caracol, se acaba el haiku, pero se inicia la fiesta. Por eso me gustó; por la insinuación, o mejor, sugerencia. Lo demás depende de tus cavilaciones. Me quito el sombrero ante el maestro Félix Alcántara. Saludos desde Colombia. -- Fernando López Rodríguez



Salgo del bar.
Un viento inesperado
me da en la cara.



Regresa el sol.
Cuelgan gotas de lluvia
del tendedor.

- Encantador. De nuevo fija su atención Félix en objetos humildes (el tendedor) para contar su pequeña historia y rendirles el homenaje que se merecen. Humor sutil. -- Frutos Soriano
- El detalle y el momento de las cosas ordinarias captadas por el haiku. -- Alberto Panizo
- Con ingenio, el autor observa que en lugar de ropa lo que se seca al sol son los restos de lluvia. Casi puede apreciarse el brillo de las gotas suspendidas. -- Palmira
- Evocativo, denotando percepción oportuna, esas gotitas en las cuerdas del tendedero. -- Maramín



La luna llena.
Si fuera una mujer,
¿cómo sería?



Viento en el árbol.
En la rama más alta
sigue un gorrión.

- Visual y descriptivo. -- Luelir





Félix Arce Araiz
(Soria, España)




la mariposa
llega y abre sus alas,
y se va

- Imagen muy lograda: el instante, el cambio como esencia de la naturaleza. -- Alberto Panizo



gotas de lluvia
algunas son saladas
junto a mi boca



remonta el aire
sin que él sepa cómo
el joven buitre

- El instinto y la evolución puestos en escena de manera ideal. ¡Soberbio! -- Aërides Dux



y zumba y vuela
y viene y va, y se posa,
la he matado



lluvia o soledad
qué es lo que inunda el mundo
tras el cristal



y un día no estaban
los vencejos y su estío,
sentí envejecer





Fernando Bravo
(Madrid, España)




el aleteo
del pájaro moribundo
golpea la tierra

- La palabra aleteo recupera valor de transparencia: escuchamos y vemos al pájaro en su agonía golpear el suelo con sus alas. El poeta se conmueve y nos conmueve pero no hemos juzgado el drama. -- Jorge Martínez Ruiz
- Este haiku es tremendo, hace temblar su intensa sencillez. -- Ángel Aguilar Bañón
- Hace sentir cómo suena la fatalidad. -- Raijo





Fernando López Rodríguez
(Valle del Cauca, Colombia)




Geometría y puntadas
colonizan el aire,
arañita del alero.



¿De dónde sacó fuerza
el añoso naranjo
para florecer?

- La naturaleza lo asombra profundamente. -- Inés Gallardo



Sobre la platanilla
crisálida y silencio
aguardan el vuelo.

(platanilla: planta perteneciente a la familia de las Heliconias)



Una rama batiente
no sabe de qué color
fue el pájaro que voló.

- El autor es un sensible observador de la naturaleza. -- Inés Gallardo



¿Te abandonó la poesía?
No. Escucha
el zumbido de la abeja.

- Sabes que hace poco me abandonó la poesía... o más bien yo a ella, y este haiku me tocó, me hizo recordar dónde está la poesía, me hizo regresar a las pequeñas grandes cosas. Un abrazo desde Madrid. -- Mariu Quiroga



De tanto esperarte lluvia
sabe a caudal
el concierto de cigarras.





Francisco Vázquez Vázquez
(Cádiz, España)




muchas estrellas
danzantes luciérnagas
marchan las nubes



por el tragaluz
esas estrellas se ven
caigo dormido



vuelan cigüeñas
asoma el sol pero
no se puede ver





Frutos Soriano
(Albacete, España)




ellos son ya
parte de mi familia:
prunos en flor



nadie las nombra:
está el solar cuajado
de tamarillas



no me he atrevido
a matarlo: el mosquito
lleva mi sangre

- La relación que hay con la hermandad ritual y la animal. El mosquito es parte de nosotros como ha sido eslabón genético o simple parte nuestra en el ámbito más budista. Por otro lado, la reacción se frena por la ocurrente idea de haber tomado la sangre. -- Aërides Dux
- ¿Cabe más sensación de unión entre lo vivo? El mosquito y yo compartimos la misma sangre. Precioso. -- Ángel Aguilar Bañón



tuve que hacerlo:
esa hormiga en el suelo
se retorcía...



en tu rincón
también eres amado
pequeño musgo

- En la Naturaleza, todo es bello y digno de ser amado, por pequeño que sea. -- María Sánchez Ortiz



(a mis hijos)

navidad:
sólo ruido y prisa
salvo en sus ojos





Gerardo Aires
(Buenos Aires, Argentina)




fin del invierno
en los primeros brotes
boca de azahar



pétalo blanco
el viento en su molino
lo vuelve harina



sombra violeta
en el jacarandá
flor evasiva





Graciela Chisty
(Entre Ríos, Argentina)




Flor de los vientos.
Sobre el tejado parco,
la veleta y su gallo.



Aguda nota:
han pasado los patos.
La noche tiembla.



Abro la puerta:
cada cosa se nombra.
Encuentro el día.

- Excelente entrecruzamiento de lenguaje, percepción, cosas y luz. -- Raijo



Sólo dos alas
en mitad del otoño:
ave de paso.



Deriva el viento.
Sin perfiles ni sombras,
las aves migran.



La luz conjuga
unas pocas certezas.
La noche sube.

- Sutil intelectualización de la naturaleza. -- Emilce Pinazo





Gregorio Dávila
(Sevilla, España)




las nubes dejaron
agua en el suelo,
sol en el cielo.



hojas de árbol
que el viento acaricia,
y a mi alma con ellas.





Guillermo Fontes
(Santa Cruz de Tenerife, España)




viento de otoño
un cernícalo caza
contra corriente



lluvia de otoño
unos pájaros cantan
en el jardín



cesa la lluvia
los caracoles danzan
en el jardín

- Haiku que cerebra la naturaleza. Todo esta en relación: la lluvia, los caracoles, el jardin y la mirada del poeta. -- Alberto Panizo



entre la lluvia
las hojas del castaño
atardecer



lluvia de otoño
lluvia roja de otoño
¡oh, sobre mí!

- No hay mucho que decir sobre este haiku. Sí mucho que sentir. Ver y oír la lluvia es una emoción. Sentirla en nuestra piel es una mayor. -- Rafael García Bidó



en los rincones
¡oh, muerte silenciosa!
en las rendijas





Iksan
(Chuchannamdoo, Corea del Sur)




Soplo de viento:
Una libélula ha decidido
resistirse a ti





Inés Gallardo
(Buenos Aires, Argentina)




Sueño contigo
ruiseñor escondido
que callas tu voz



Cierro los ojos
un perfume de jazmin
el aire rompe

- Este haiku me encanta, porque en él nos podemos fijar en que un hecho natural no tiene que ser siempre una imagen, sino también un olor a secas, un sonido a secas... que se sientan sin su visión directa. -- Fernando Vázquez Vázquez





Israel López Balan
(Ciudad de México, México)




bajo las rocas
se esconde la noche
el sol despierta



cruzan el cielo
mojadas de silencio
las nubes blancas



tibias las olas
recorren tu cuerpo
por ti navego



el viento me trae
recuerdos al oído
mientras suspiro



nadie ha visto
una luna brillar
como tus ojos



¿alguien sabrá
cómo nace una sombra?
tal vez, la noche





Javier Cote Parra
(Norte de Santander, Colombia)




En el párpado
se condensa el día.
La luna ríe.



La gota de luz
va en el relámpago.
No hay jardines.



Cae del árbol
hoja envejecida.
El Nuevo Año.



Pájaros blancos
atraviesan mi alma.
Jaula vacía.





Jayer Chile
(Osorno, Chile)




Distintos pájaros
en un mismo árbol, sólo
tú, en la ventana.



Leve llovizna.
En torno a la gaviota
pequeños círculos.



Persecutorios
el gorrión y el zorzal
rondando un árbol.



Algo olvidaron
los tordos en la poza
porque regresan.

- El recuerdo y el olvido como motores del movimiento de las criaturas; quizá también de los ciclos, las estaciones... Sorprendente. -- Mavi
- Un precioso haiku, en el que el poeta demuestra su grado de contemplación y unión con la naturaleza, y a la vez juega con la memoria de los tordos. -- Manuel López Gil
- Es muy bello. Capta de forma magistral el espíritu del aire, el que usan los pájaros para volar y encontrarse con lo que olvidaron. -- César Bianchi





Jordi Climent Botella
(Barcelona, España)




Bailan las flores
la silenciosa música
de un viento cálido.



Desaparece
apenas visto. ¡Allí!
Un cormorán.



Bajo el océano,
las algas no se oponen
a la corriente.



Aguas cálidas,
la posidonia tiñe
las olas de verde.



En la repisa,
la flor marchita ofrece
su escaso aroma.

- A quién ofrece lo que tiene no se le puede pedir más. -- María Sánchez Ortiz



El pino se alza
dignamente ante el viento
sin queja alguna.





Jorge B. Rodríguez Quintana
(La Habana, Cuba)




araña esquiva
a la sombra de un trébol
su primer hilo



ahora diluvio
mariposa cristal
bajo este frío



apenas soplo
breve sol sostenido
del algarrobo



agua de grifo
sueño que traga grifo
heladas aguas



con su linterna
el niño hace bailar
a las estatuas

- De pronto lo inmóvil cobra vida y nos atrapa. -- Inés Gallardo



cerco invernal
piedras en el camino
sin monumentos





Jorge Martínez Ruiz
(Morelos, México)




Charco de vidrio
la purubuca bebe
del tragaluz

(damos el nombre de purubuca a una paloma silvestre que ha tomado el hábito de vivir en los jardines del hombre. Las he visto desde México hasta Chile)

- En cinco sílabas, una síntesis perfecta continente-contenido-cualidades físicas. Todavía quedan doce sílabas para que la paloma beba tranquilamente. -- Mavi



Azota el viento
noche y bambú se enredan
tarde amanece



Ixtaccíhuatl
una línea durmiendo
al horizonte

(Ixtaccíhuatl: uno de los dos volcanes que pueden verse desde las ciudades mexicanas de Puebla y Cuernavaca. En náhuatl, significa mujer dormida)



Canto a dos voces
el viento entre las ramas
y un tintineo

- Ha atrapado un instante mágico, precioso. -- Mar
- Reúne las condiciones idóneas, además la fina sensibilidad del poema, la delicadeza de la escena, la naturaleza presente y el momento puntual del mismo, que capta a la perfección; creo que lo convierten en un muy buen haiku. -- César Bianchi



Extraño julio
generoso en luna
avaro en musgo



En el piso
vainas de framboyán
se va septiembre





José D. Manso Arias
(Madrid, España)




Es Primavera.
Las palomas se arrullan
frente a mi balcón.



Aquella tarde,
con el salado viento
lavé mis penas.



Sobre la plaza,
mil aves cantarinas.
Llega la noche.



En la tormenta,
bajo furiosa lluvia,
renací feliz.





José Turull Bargués
(Buenos Aires, Argentina)




Claro de luna.
Es la musa perenne
de los amantes.



Hermano mío.
¡Cuánto te echo de menos
en mi ocaso!





Juan E. Ríos Vera
(Cádiz, España)




tiembla el arroyo,
sorprendida fue el agua
por la tormenta

- Una dramática descripción de la lluvia. Quien ha recibido la lluvia en los campos puede entenderla a la perfección. -- Blanca Bengaray



crece el nogal
cual columna de piedra
besando al mar



navega el loto
la profunda agua fría
del riachuelo



el abedul
desde la altura mira
crecer la flor



la peonía,
al caer al arroyo
quedó dormida

- Desmayada imagen de un poema sugerente. La flor persiste como la fragilidad de una luz en reposo ante la trasparencia del agua encantada después de su frágil desprendimiento. Todo haiku a través de imágenes simbólicas iluminan la presencia del ser humano vistiéndolo de color y sentimiento. -- Katzu
- Excelente relación entre la muerte y el sueño. Muy buen "amarre" entre el primer verso y el último, pudiera eliminarse el verso del medio y aún tendría profundo sentido. La peonía quedó dormida, dando cualidades humanas a la flor. Actitud muy Zen. -- Daniel Peña Bresciani



beso de lluvia
que despierta temprano
la flor de loto





Juan Merchán Martín-Caro
(Toledo, España)




Trak, trak, trak, trak, trak
El viento mueve el portón
¡Qué triste noche!



En ti me miro
Y ello me complace
Beso tus ojos



Un suave rumor
Regalas al universo
Bendito río



Y una bella
Canción lo alegra
Río divino



Oscuras sombras
Tapizan la ladera
Hasta el valle

- Es una instantánea del valle ensombrecido por las nubes, me parece muy bueno. -- Eva Comas



Canta el ruiseñor
Despierta la mañana
Un milagro más





Katzu
(Lima, Perú)




Han cambiado
de agua
tus ojos



Lo escrito en el papel
lo lee ahora
el agua mansa



El viento silba
dentro de un pájaro
herido



Entre espigas
se abre el corazón
del sol



Baja marea:
empozados los ojos
del mar



Por el acantilado
vaga el destino
de la niebla

- La relación de la niebla con el acantilado cobra un nuevo sentido. Como si fueran dos entidades que el destino junta, esfumando misteriosamente sus perfiles. Fuerza en la imagen. Gran calidad pictórica. -- Daniel Peña Bresciani





Konstantin Yordanov
(Sofia, Bulgaria)




En la orilla opuesta:
dos desconocidos
bajo un paraguas.

- Aunque se nos describe lo que sucede en otro sitio (en la orilla opuesta del rio), en realidad el poeta nos habla de sí mismo. Sabemos que camina junto al rio, que llueve, que se siente solo y extraño frente a los demás, (esos que le miran desde el lado opuesto del rio). No se puede decir más con algo no dicho. -- Santiago Elso Torralba



¡Luna, lunita!
¡No brilles, luna
después de dormirme!



Salió la luna.
Vacío está
el parque infantil.



Sobrevuelan las grullas
la prisión
en el cielo otoñal.

- Novedoso ámbito, contraste libertad-encierro. -- Emilce Pinazo



Una pareja de ancianos
calla conmigo
en el mismo banco.

- Tanto silencio ha trascendido distancias, me llegó desde Bulgaria hasta este pedacito de mundo. Aunque los tres no se dicen nada, hay sincronía entre sus corazones, ¿para qué palabras cuando el lenguaje del alma va más allá de los sentidos...? -- Fernando López Rodríguez



Al amanecer
cae la primera hoja
en el patio barrido.

- El patio se cubrirá de ellas; pero ahora, incluso lo primero que sucede en el día, es ya una hoja marchita que cae sobre el patio. Qué difícil es describir la fugacidad del tiempo y de las cosas. Y qué brillantemente lo ha conseguido Konstantin. -- Santiago Elso Torralba
- Da la sensación de que hemos vivido esta escena aunque no nos hayamos dado cuenta, como si nos la recordara. La soledad de la hoja en mitad del patio limpio recuerda los jardines zen y su serenidad. -- Félix Alcántara Llarenas
- Haiku muy sencillo, con muchas y enriquecedoras lecturas. En un rojizo amanecer otoñal, la soledad de una hoja caída es sólo el primer paso que da la Naturaleza para recuperar su propio orden, incontenible, incomprensible, contrapuesto al humano. -- Nanook





LiNdA tEntAciÓn
(Morelos, México)




Tu recuerdo
es como el ocaso;
inevitable.

- Trasmite un profundo sentimiento. -- Inés Gallardo



Aún amarte
significa perecer
cada instante.



De mi alma es
el color grisáceo
de tu cielo.



Mi esperanza
se marchita como la
flor de tu balcón.





Luelir
(Navarra, España)




Flores de almendro...
la primavera enciende
su hoguera blanca.

- Hermosa y logradísima imagen. -- Guillermo Fontes



¡Qué algarabía
tiñéndose de verde
la primavera!

- ¡Qué alegría recomenzar la vida después de sobrevivir al invierno! Ese debe ser el sentimiento de los pájaros y las plantas que, por fin, resurgen en músicas y colores. -- Blanca Bengaray



Llega el otoño,
el verde se desnuda,
se viste el rojo.



Aunque hace frío,
el monte se desnuda
para el invierno.

- Ese campo, así desnudándose en la cercanía del invierno, tiene para mí un dejo erótico que me hace recordar la mujer del surrealista Paul Delvoix, desnuda en la estación de tren. -- Jorge Martínez Ruiz



Asoma el alba,
se despereza el rocío,
las hojas tiemblan.



Atardeceres,
olor de los rebaños
por las cañadas.

- Hermoso haiku japonés "hispanizado", construído con rebaños y cañadas, tan particulares de nuestra cultura. Los plurales empleados otorgan atemporalidad a la escena, como un recuerdo que surge, en la soledad del caminante, al oler de nuevo el camino al atardecer. -- Nanook





Luis E. Mejía Godoy
(Managua, Nicaragua)




Tu boca roja
como flor de pitahaya
desangrándose



De un charco sucio
el cenzontle bebe el sol
de un solo trago

- La fuerza del poema radica en el vínculo que el poeta descubre entre la humildad del charco y la grandeza del astro mayor. Vínculo que descubre al seguir las andanzas del maestro Cenzontle. -- Jorge Martínez Ruiz



El verde ciprés
república de sol
llena de cantos



La luna oculta
parpadea la noche
seguro aguaje



Suena el bambú
bajo un plato de luna
música ancestral





Manuel López Gil
(Madrid, España)




hoy puedo ver
los ojos del anciano
llenos de lunas

- Comunica con sutileza un instante en que el tiempo se ha detenido en los ojos de un viejo. El hoy se integra con el ayer y somos el pasado y el presente. -- Daniel Peña Bresciani



trae el peregrino
polvo en sus sandalias;
también trae paz

- Magnífico ejemplo de composición que nos acerca a un género clasico dentro del haiku, el camino vital (do) y su expresión espiritual. Resulta reflexivo y evocador al mismo tiempo. Muy sugerente la antítesis de los elementos polvo-paz (experiencia-serenidad). -- Barbarroja



mota de polvo
tal vez fuiste sonrisa
alguna vez

- Sugerente visión. -- Jorge B. Rodríguez Quintana



la ola no pudo,
a pesar del esfuerzo,
borrar las huellas

- Es una imagen en movimiento. -- Luelir



puede volar
la roca que no es piedra
tan sólo arena

- ¿Qué es grande y qué es pequeño? La naturaleza vista desde un enfoque libre de escalas que nos permite comprenderla en su verdadera esencia: impermanente... -- Israel López Balan
- Este haiku me habla de la liviandad necesaria en las cosas y en el espíritu. Veo en él muchas lecturas, todas ellas enriquecedoras. Me gusta mucho el juego de palabras: roca, piedra, arena... -- Mariu Quiroga



dos viejecitos
cogidos de la mano
¿a dónde irán?

- Visión del amor, de la vida y del tiempo, llena de preguntas. -- César Bianchi





Mar
(Zaragoza, España)




"Haikus enamorados"



un suspiro
el aire que respiro
y tu aliento



junto a la puerta
tu figura
mi ansiedad

- Excelente ejemplo de haiku erótico. Poema mínimo donde los haya (¡sólo 13 sílabas!), en sus 3 versos puede presumir de contener más carga de auténtico erotismo que muchos libros de 200 páginas. Las luces y el espacio físico quedan sugeridos con la sola referencia a una puerta. -- Nanook



vuela mi beso
en tu pico,
llévalo lejos

- Tierno, bellísimo haiku, que nos hace volar de inmediato en nuestra mente al ser amados. -- Milton Hernández



entre mis dedos
sintiendo la seda
de tu cabello



en tu mirada
seduces con zapatos
de tintes rojos



dejas el vaso
y entre besos apagas
la sed de mis labios





Maramín
(Valencia, España)




Sobre la mesa
dos granitos de azúcar,
¡ah! y esa mosca.

- Es muy visual. -- Luelir
- Este haiku tiene esa sencillez tan difícil de captar a veces. Subyace en él una mirada atenta e inquieta, que explora y entiende el mundo en todas sus posibles manifestaciones de vida. -- Barbarroja



Secos rastrojos
los granos olvidados
comen los tordos.



Migas al suelo,
no sé de dónde salen
tantas hormigas.

- Maramín es natural, puro en este jaiku. En él apela a nuestra mirada infantil, inocente, sin la cual este poemita milagroso parecería pueril. -- Frutos Soriano



Bajo una hoja
el caracol dormita,
espera lluvia.



Añoso el árbol,
lo planté cuando niño
creció conmigo.

- El árbol, como un espejo, también refleja la huella del tiempo. -- María Sánchez Ortiz



El gorrión
bajo el tejado observa
el aguacero.

- Un haiku alegre, esa imagen de las gotas de lluvia brillando, colgadas, como un árbol de navidad. -- Eva Comas
- Un haiku de verdad: profundo, sencillo, trascendental y bien construído. -- Konstantin Yordanov





María Sánchez Ortiz
(Sevilla, España)




"En la lejanía"

Casa en el campo...
Solitaria, alejada.
¿Quién vivirá?



"Atardecer"

Todo color...
Mil distintos matices.
Puesta de sol



"Otoño"

Melancolía
Cuando el otoño roba
Luz a los días

- Haiku que expresa, a primera vista, el estado de tristeza ocasionado por la escasez de luz en los días otoñales; pero, simbólicamente, también podría indicar la pérdida del interés por las cosas al paso de los años. -- Menecmo



"Otoño"

Tiempo otoñal
Agridulce tristeza
Que hace soñar



"Invierno"

Pueblos nevados
Idílicos paisajes
Como soñados



"Sin palabras"

Puede una flor
Con lenguaje divino
Hablar de amor





Mariu Quiroga
(Madrid, España)




Pájaro grande
la rama tu columpio
bajo la lluvia



Tus hojas al sol
charol y terciopelo
bello magnolio



En mi camino
presumes de tu vuelo
traviesa urraca



Sobre el suelo al sol
empujas tus hojas secas,
sombra de árbol



Confusa la ardilla,
donde ayer hubo un árbol
hoy no hay camino



Recién caída
algodón bajo mis pies
¡Nieve mullida!





Mavi
(Murcia, España)




Gritos de garzas
dejan nubes dispersas
sobre el secano



Aljibe seco
se acoge a su silencio
una ipomea

- Precioso poema de verano, el algibe acogiendo a la ipomea me parece muy evocador, casi íntimo. El silencio se percibe. -- Eva Comas
- Rebosa sensibilidad en todos sus versos. Muy sencillo en su construcción pero tremendamente evocador. -- Barbarroja



Apresuraos
luciérnagas que vais
tras el verano



Caen los membrillos
contra el suelo del huerto
resquebrajado

- Centra Mavi su mirada en una anécdota mil veces repetida. Sin embargo nos conmueve hondamente: humildad, compasión, naturalidad. -- Frutos Soriano
- Su gran sencillez es lo que permite imaginar la escena; no le sobra nada pero no lo dice todo. Al mismo tiempo hace uso de una comparación interna magistral en la que se enfrentan los membrillos maduros con el suelo seco, pero unidos por el mismo árbol. -- Félix Alcántara Llarenas
- Este haiku es tan intenso... Dice mucho más de lo que dice. Esa entrega... Me ha llegado al corazón, y está tan contenido... -- Ángel Aguilar Bañón



Niño pequeño
con el chorro del pis
incordia a un grillo

- Humor, sí (qué inocencia la del niño y qué conmovedor el enfado del grillo), pero también filosofía y ética y poesía. Al igual que los haikus clásicos, este poema parece una nadería; y sin embargo, es un texto inagotable, lleno de infinitos significados. -- Santiago Elso Torralba
- Me gusta este haiku, es divertido. -- Alberto Panizo



Viento otoñal
repleta de semillas
la berenjena





Menecmo
(Las Palmas de Gran Canaria, España)




En el naufragio
se aferraba a la vida
con desespero.



Cómo brotaba
de la escondida fuente
tan fresca el agua.



Canta en la piedra
el agua que discurre
por el arroyo.



Contoneábase
en su rápida huída
la lagartija.



Tan flaco estaba
que flotaba en el aire
con sus ideas.



Ayer, color
encendido; hoy, pálida
y ajada flor.





Mignon
(Paris, Francia)




¡¡Qué luna!!
A coro.
Dos amigas.

- ¿Sabes? A veces me da por pensar que el haiku es la poesía de la poesía, y para la muestra tu único haiku. Rico sorprendernos al unísono. Asi somos los seres que aún conservamos la capacidad de asombro. -- Fernando López Rodríguez





Milton Hernández
(New Jersey, Estados Unidos)




viento lejano:
arrastra flores secas
que fueron bellas



ni es molino
la silueta lejana
ni es gigante



si tú supieras,
sombrita bailarina
de dónde vienes

- La levedad. ¡Las pregunta que hacemos a los otros que somos! -- Jorge B. Rodríguez Quintana



dos habitantes
del mundo de rocío
lloran, distantes



¡pobre hormiga!
que empujas sin remedio
cuesta arriba



azul brillante:
canto de alegría
lloro de azul





Nanook
(Sevilla, España)




mira el camino:
cada sombra cubriendo
sus propias flores

- Ejemplo de contención, contemplar nos ilumina. -- Jorge B. Rodríguez Quintana
- ¡Qué hermoso! Como cada cosa en la naturaleza, tiene su función, su unión, hasta la tenue sombra. -- Ángel Aguilar Bañón



pista de tenis
cruzó impúdicamente
la mariposa

- Por la contraposición de sus imágenes: Por un lado, el ritmo intenso de un partido de tenis... Por otro, el grácil vuelo de una simple mariposa ajena a lo que allí se hace. -- Ailasored



vuelan vencejos
no hay tranquilidad
bajo la luna

- Haiku de carácter marcadamente japonés. Sin evocar una imagen clara, el segundo y el tercer verso provocan una ruptura que da lugar a una sensación de inquietud y desasosiego. -- Barbarroja
- Quizá en otro momento el haijin ha alcanzado la serenidad ante el encuentro de la luna y los vencejos, ahora no y lo confiesa y uno participa de su desasosiego. -- Jorge Martínez Ruiz
- Sugerente juego de distancias con contraste de movimientos y a la vez de estados de ánimo. -- Raijo



cae alejándose
del mundo de los hombres
nieve de abril

- Esta nieve a destiempo -que probablemente no llega a cuajar- escapa al campo de atracción del concepto "nieve", incapaz de sujetar, de fijar su instantaneidad. De un mundo estático y eterno se aleja desvaneciéndose –no llega siquiera a fundirse- en una tibia mañana primaveral. -- Mavi



sobre los montes
el verano se extiende
sobre tu ropa

- El esplendor del verano no abarca solamente el paisaje de los montes, sino también la sencillez de unas ropas. Aquí la persona está inmersa en el paisaje como un elemento más. La construcción del haiku es armoniosa y bella. -- Palmira



hoy me pregunto
visitante del mundo
por el otoño





Nomfag
(Salta, Argentina)




flor de lapacho
en un gobán vacío
escribe un haiku



maniobra astuta
cambiar las piedras blancas
por azahares



jardín de arena
bajo un viento furioso
perdón u olvido



estrella fugaz
tu viaje milenario
luciérnaga es

- Por la blanca luz en movimiento fugaz. -- Ailasored



brasas chispeantes
la fogata en la playa
es vida y calor



hasta el cadáver
putrefacto a pleno sol
alberga vida

- Lo polémico de un cuerpo muerto. No se sabe si es humano o no. Muy real. El cuerpo trasciende su vida, albergando vida. -- Aërides Dux





Palmira
(Valencia, España)




Aves e insectos,
todo el jardín es vuestro
de madrugada.

- La misma unión con lo más pequeño: los insectos, en el caso de Frutos Soriano. Él les da la sangre, Palmira su jardín. -- Ángel Aguilar Bañón



¿Cómo la luna
en el cielo minúsculo
del vaso de agua?

- La constante renovación de nuestra capacidad de asombro... mirar con inocencia expande horizontes. -- Israel López Balan



De aquella jaula
aún queda en la pared
el clavo inútil.

- Delicado y melancólico, al ver el clavo no puede evitarse el recuerdo asociado. -- Maramín
- Pasado, presente y futuro, en uno solo: ahora. -- Zeta
- Por la inutilidad presente de un clavo, solo, a una pared clavado... pero que tuvo pasado... -- Ailasored
- Siempre tuve canarios en casa y sé de la tristeza de la jaula vacía y mucho más del clavo en la pared. Un recuerdo que me trae el trino del canario cada vez que me veía para echarle de comer. -- Manuel López Gil



Barriendo flores
ni los coches asustan
al barrendero.

- ¿Hay algo más frágil que unas flores marchitas? Sí, un hombre barriéndolas entre feroces coches que pasan a su lado. Un haiku soberbio que nos habla de la fragilidad de la vida, pero también de la fortaleza de quien sabe aceptar este destino sin miedo. -- Santiago Elso Torralba



Dura un instante
la agonía del bicho.
Para él ¿cuánto?

- Me gusta cómo describes de manera tan sencilla algo tan complejo como la subjetividad del tiempo. -- Mariu Quiroga
- Compasión. Casi prosaico y, por ello, conmueve aún más la pregunta final. -- Jorge B. Rodríguez Quintana
- Aquí se hace hincapié en la importancia de atender a los dos puntos de vista de un hecho: el del que lo ve y el del que lo siente. -- Fernando Vázquez Vázquez



Pequeñas huellas.
El olor del rebaño
aún en el aire.

- Palmira siempre atenta a lo mínimo, con los sentidos abiertos (la infancia recuperada). -- Frutos Soriano
- Un haiku muy visual: se ve lo que está y lo que no está. -- Eva Comas
- Una sensación visual y otra olfativa delatan el paso de los animales. No está la presencia física, pero aún así el sentimiento no es de pérdida, sino de ganancia. -- Rafael García Bidó





Rafael García Bidó
(Santo Domingo, Rep. Dominicana)




Lago Enriquillo,
a mirarse en tus aguas
vienen estrellas.

- Este haiku expresa una visión narcisista de las estrellas ante el maravilloso espejo que proporciona la naturaleza. -- Menecmo



La llovizna...
Agua que casi cae
y casi suena.

- Muy logrado y bien construido: te hace sentir la llovizna. -- Alberto Panizo
- Un haiku bello y profundo. Describe un enorme sentimiento de lo que casi es... y casi no es. Casi Rafael... Casi Shakespeare. -- Milton Hernández
- Casi flota este haiku. -- Zeta
- Haiku imposible, como una construcción de Escher. Interpretamos que esta llovizna es apenas visible y audible, cuando en absoluto se dice que pueda verse u oírse. Su vaga existencia se soporta en un acto de fe del lector (algo ocurre, alguien lo presencia), en el anhelo de realidad. -- Mavi
- La bella indefinición de lo que no se ve pero va a ser, de lo que aún no se escucha. -- César Bianchi



Qué decirle
al ruiseñor que canta
cuando calla.

- Qué decir cuando un maestro habla así del ruiseñor callado, de la soledad del poeta. Callar, como aquél. Leer de nuevo. -- Nanook



No hay brisa ni luna.
Lago y firmamento
son lo mismo.



Sombra de almendros,
caobas y laureles.
La vieja escuela.



Atención hormigas,
está pasando el viento
del otoño.





Raijo
(Murcia, España)




Lejos de sí
llega el agua del río:
qué quebrantada.



Ermita de huerta:
su tejado a dos aguas
apunta al cielo.



Bajo la lluvia
cava a golpes el huerto
tapando grietas.



Se adentra el riego,
por delante del agua
brincan insectos.



Regando, se oye
burbujear el suelo
al hacerse barro.



Ay, la canícula,
y el largo escorredor
aún tan seco.

(escorredor: canal de avenamiento)





Ricardo Fernández Moyano
(Zaragoza, España)




La rosaleda
florece: ya casi
es primavera.



Manantial.
De la roca brota agua
y serenidad.



Sobre la loma
un puñado de árboles.
Serenidad.



Aleteo suave,
pasa rozándome
la libélula.



Pavo real,
abanico de gala.
Aparición.



Los flamencos
regresan a la charca.
Fuego en el agua.

- Inefable impacto visual. -- Emilce Pinazo
- Me ha gustado en especial esa imagen colorista de los flamencos. -- Mar





Roberto J. Bulacio
(Buenos Aires, Argentina)




Es tan sencillo
su espíritu vive
en las montañas.



Tu voz de vida
acaricia lunas
en esta noche.



Sus ojos negros
encandilan mi alma
eternamente.





Rubenix
(Valencia, España)




Enredada, ¡ay!
con la rama del rosal
la leve pluma.

- Sugerente, captado en el momento preciso. -- Maramín
- De una ternura y suavidad extraordinarios. -- Blanca Bengaray





Santiago Elso Torralba
(Navarra, España)




Ramas de un sauce
que el río al pasar mece
¡qué hermoso haiku!



Tras la tormenta
se ha quedado la lluvia
presa en el patio.



Cruzan veloces
los caballos de otoño
entre sus flores.



Se posan suaves
leves copos, mis labios,
sobre su nieve.



¡Miles de estrellas!
Al alba sólo vuelve
el pescador.

- Un haiku para contemplar. -- Mar



Gira en sus ojos
la hojarasca del sueño.
¡Chissst! Duerme un niño.





Santiago Larreta
(Navarra, España)




La sierpe silba.
Su sinuosa seda
surca la arena.



Lenta, pesada,
montada en las nubes
pasa la tarde.

- Profundo y poderoso. Nos hace inclinarnos en reverencia ante la majestad del universo. -- Milton Hernández



La rama rota,
caída con sus hojas.
Proyecto muerto.

- La juventud que se desvía del camino recto, perece. -- María Sánchez Ortiz



Paseo solo,
¿hacia dónde camino?
Voy. Vengo. No sé.



¡Qué tontería!
Hasta el agua tiene sed
este verano.



Asoma, verde,
al final de la cuesta,
el mar de montes.

- Por la imagen clara de la sequía en verano. -- Ailasored





Sucri
(Buenos Aires, Argentina)




Suena la murga
sobre el río atardecido
noche, no llegues



Regalo de vida
los pájaros se aman
cerquita mío



Hoy
mi vida entera
reposa bajo el aromo



El sol hace una parte
su tibieza templa
mis razones



Sobre la selva
el río copula
tonos plateados





Sylvia Simonet
(Salto, Uruguay)




Desde lo alto,
lucero, con tu brillo
callando llamas.



Con hoz de plata
quiere segar estrellas
la luna nueva.

- Su trabajo es cósmico, centelleante, rutilante, chispeante. Existe aquí un abecedario celeste, aliado con el propio haiku. Esa hoz de plata yo también la he visto cosechar estrellas. Aplausos desde Cartago Valle, Colombia. -- Fernando López Rodríguez
- ¿Será esa la cosecha de la luna cuando, con su luz, opaca a las estrellas? -- Blanca Bengaray



Luces fugaces:
titilan en la noche
las luciérnagas.



Noche sin luna.
las sombras juegan
a cuál es más negra.

- En esta imagen no existe el contrapunto de la luz, sino que la oscuridad se enfrenta a sí misma. El juego de las sombras es un juego siniestro que sugiere el estado de ánimo del observador muy gráficamente. -- Palmira



En mi recuerdo
viven tú y tu amor.
En mi recuerdo.

- El ser humano vive, también, de recuerdos. Los de la infancia y los de los primeros amores suelen ser los que más perduran. La repetición del primer verso para cerrar el haiku parece darle otra connotación: la de ser el más importante de los recuerdos. -- Menecmo



Blancos jazmines.
Estrellas perfumadas
de mi jardín.





Thelma Sandler
(Nuevo León, México)




la buganvilla
agreste en mi mente
y en su color



ardientes rosas
matizadas de guindas
maraña de flor



lío en mi alma
arrullando el viento
de fresco ardor



día nublado
el corazón llorando
con los espectros





Verónica Wiedrich
(Buenos Aires, Argentina)




Alba, sorprendes
al poeta dormido
sobre el poema.

- Este haiku expresa, simplemente, que nada se consigue sin el trabajo. El poeta, después del esfuerzo que hace para logra un poema, cae rendido por el sueño al llegar el alba. -- Menecmo



Un libro abierto:
laberinto de sueños
que se desatan.

- Se ve a las palabras escapar del libro. -- Luelir



¿Oyes, marino
que en alta mar navegas,
a las sirenas?



El hombre parte
vuela su capa al viento
llora la dama.





Yuriko Takano
(Lima, Perú)




un batallón
de hormigas conquistó
una galleta

- Podríamos ser nosotros mismos en visperas de navidad comprando regalos. -- Israel López Balan
- Moscas y hormigas son universales, aparecen multitudinariamente. Tan pronto como hay algo comestible. -- Maramín



la rosa dejó
con su último pétalo
los colores

- Color, aroma, fugacidad sugieren delicadamente un haiku evocativo y sutil elaborado por la sensibilidad del poeta. Nombrar lo que se fue, es volver al principio de la flor y quedarnos suspendidos por la imagen que permanece como el delicado aliento que nos dejó su ausencia. -- Katzu



¿por qué los hombres
se enamoran? preguntan
las margaritas



el viento recoge
hojas que el árbol
olvida

- Un tema tratado hasta la saciedad con un enfoque tal vez no nuevo pero sí impecable. La humanización de elementos naturales resta prosaísmo a la escena y la falta de adjetivos precisamente la concreta. -- Félix Alcántara Llarenas



confundido:
cuervo solitario
entre las sombras

- Me gusta este haiku por ser sombrío y por la tristeza que me provoca. Veo en él dos lecturas, desde un punto de vista externo como contemplación de la escena: el cuervo se confunde con las sombras; y desde el punto de vista del cuervo: el cuervo se siente confundido con las sombras porque su parecido con ellas le anima a buscar en éstas compañía... -- Mariu Quiroga



destellan luciérnagas
blanca de envidia,
la luna





Zeta
(Ciudad de México, México)




en cada rama
brillan gotas de lluvia
no cae ninguna



entre nubes
de silencio
se diluye un avión



sigue lloviendo
el teléfono suena
nadie contesta

- Y es verdad. Nunca lo había pensado, pese a haberlo sentido tantas veces. Cuando uno escucha la lluvia, siempre hay un teléfono que suena a lo lejos y nadie lo coge. Es un extraño contraste oir el monótono susurro de la lluvia y la ansiosa insistencia del teléfono con un mensaje que a nadie le importa. ¡Brillante! -- Santiago Elso Torralba



a la distancia
un destello de avión
ruido en el cielo



otra vez el sol
y no para de llover
bajo el pino



y las nubes
el viento y los pájaros
¡y otro avión!