El Tablón 2003 - Primer Semestre
- Índice de autores -
Abela - Madrid, España

Abue
- Colonia, Uruguay

Adrián Lobos
- Buenos Aires, Argentina

Adriana Gallegos Dextre
- Lima, Perú

Alejandro González
- Cáceres, España

Alfonso Muñoz
- Lima, Perú

Anmario Ifrán
- Buenos Aires, Argentina

Antonio Barroso
- Albacete, España

Antonio G. Vargas
- Almería, España

Barbarroja
- Cádiz, España

Beatriz Ruth Martínez
- Córdoba, Argentina

Beto Quelhas
- São Paulo, Brasil

Carlos Fleitas
- Montevideo, Uruguay

Carlos Reyes
- Santo Domingo, Rep. Dominicana

César Bianchi
- Buenos Aires, Argentina

Ch. Abada
- Madrid, España

Christian García Mirafuentes
- Aguascalientes, México

David Collazos
- Lima, Perú

Diego Escarlón
- Buenos Aires, Argentina

Doña Pepa
- Lima, Perú

Dorothy Silva
- Lima, Perú

Edgar Norabuena Figueroa
- Ancash, Perú

El Viejo Li Bo
- Jujuy, Argentina

Elena Espiña
- Madrid, España

Eloísa Tréllez Solís
- Lima, Perú

Elpablo
- Buenos Aires, Argentina

Elsologuren
- Lima, Perú

Félix Alcántara Llarenas
- Zaragoza, España

Félix Arce Araiz
- Soria, España

Fernando López Rodríguez
- Valle del Cauca, Colombia

Fonchín
- Lima, Perú

Francisco Álvarez Velasco
- Asturias, España

Francisco Carrasco
- Barcelona, España

Francisco Tarazaga Bernardino
- Badajoz, España

Freda Iván
- Estado de México, México

Frutos Soriano
- Albacete, España

Gerard Vales
- Barcelona, España

Gloria B.
- Buenos Aires, Argentina

Guido Riggio Pou
- Santiago, Rep. Dominicana

Guillermo Fontes
- Santa Cruz de Tenerife, España

Hubertus Thum
- Hannover, Alemania

Jordi Climent Botella
- Barcelona, España

Jorge Martínez Ruiz
- Morelos, México

José Beccar Varela
- Buenos Aires, Argentina

José Muñoz
- Lima, Perú

Juan Blanco
- Buenos Aires, Argentina

Juan E. Ríos Vera
- Cádiz, España

Katzu
- Lima, Perú

Liliana Ortiz
- Buenos Aires, Argentina

Luis Avelar González
- Aguascalientes, México

Luis Toro
- Antioquía, Colombia

Luisa
- Asturias, España

Macario Daidai
- Lima, Perú

Manuel López Gil
- Madrid, España

Mar
- Zaragoza, España

Maramín
- Valencia, España

Mari Cruz
- Barcelona, España

María Cristina Parada
- Buenos Aires, Argentina

María Sánchez Ortiz
- Sevilla, España

Mariu Quiroga
- Madrid, España

Mauricio Piscoya Huamán
- Lima, Perú

Mavi
- Murcia, España

Mecha Nicolini
- Buenos Aires, Argentina

Menecmo
- Las Palmas de Gran Canaria, España

Milton Hernández
- New Jersey, Estados Unidos

Nabel
- Vizcaya, España

Nanook
- Sevilla, España

Nomfag
- Salta, Argentina

Olga Ortega Charles
- Estado de México, México

Otoñal
- Paysandú, Uruguay

Palmira
- Valencia, España

Paqui Galán
- Cádiz, España

Pequeña Flor
- Buenos Aires, Argentina

Pío E. Sotomayor
- Guanajuato, México

Puzzle
- Madrid, España

Rafael García Bidó
- Santo Domingo, Rep. Dominicana

Raijo
- Murcia, España

Ricardo Fernández Moyano
- Zaragoza, España

Ricardo Gallegos Dextre
- Lima, Perú

Sabeli Ceballos
- Campeche, México

Sergio A. Rodríguez Sosa
- Caguas, Puerto Rico

Setsufu
- Madrid, España

Stewart Mundini Galán
- Cádiz, España

Sylvia Simonet
- Salto, Uruguay

Timothy Cullen Odonojú
- Sevilla, España

Tortuga
- Lima, Perú

Véneto
- Buenos Aires, Argentina

Yuriko Takano
- Lima, Perú


Nº de autores: 88



Arriba

Abela
(Madrid, España)




La noche tiene
humedad en los labios
presagia amor



Habla el sauce
de amores recogidos
bajo la lluvia



El elefante
fuma su inmensa pipa
de la ternura



Las hojas caídas
sobre la carretera
besan las sombras




Arriba

Abue
(Colonia, Uruguay)




un organito
recorre la ciudad
del tiempo ido

- Habla del vínculo universal entre música y recuerdos. El diminutivo le otorga un carácter muy entrañable. Es interesante la estructura psicológica del poema, pues hasta el segundo verso el poeta vive la realidad ("música recorre la ciudad") y en el tercero descubrimos que está experimentando ya su propio recuerdo. Una transición muy cinematográfica, en el mejor sentido. -- Nanook



cae la lluvia
¿quién trae olor a campo
a la ciudad?



¡qué armonía!
perro, gato y dos niños,
juegan al sol



pelean los niños
enojada la madre
reta al abuelo



viejo encorvado
mi bastón va buscando
piedritas blancas

- Una mirada tierna a la ancianidad, de la que a veces parecemos olvidarnos. ¿Quién es capaz de acomodar su mirada a los gestos lentos de un viejo? Sólo una sensibilidad muy especial ha podido captar este instante invisible a la mayoria de nuestros ojos. -- Barbarroja



enormes ojos
la lechuza me mira
y ve a mi madre




Arriba

Adrián Lobos
(Buenos Aires, Argentina)




"El ocaso"

La luna descansa
Mientras la tarde
Se disuelve en llamas.



"La navidad"

La paz en guirnaldas,
El regocijo
En todas las campanas



"Un río"

El río se mueve
Desasosegado
Cuando llueve.

- Una nueva manera de enfocar la relación que se establece entre el agua del río y el agua de la lluvia. -- Mar



"El otoño"

Caen las hojas
A montones
Y con ellas las gotas.



"El perdón"

Calla la voz,
Hablan los ojos,
Y se pierde el dolor.




Arriba

Adriana Gallegos Dextre
(Lima, Perú)




Otra vez,
replica
la bisagra cansada

- Excelente, tu haiku le agregó dolor y poesía a una olvidada bisagra. Aplausos desde Cartago, Colombia. -- Fernando López Rodríguez



Hombre de piedra
él solo
se esculpe



La noche
roza mi cuello
la tengo atada



No basta soplar
para apagar
la luz



El muy-muy
se esconde sin saber
que está en mi mano

(muy-muy: pequeño crustáceo de color gris, que vive bajo la arena de la rompiente)





Alejandro González
(Cáceres, España)




Trino del ave.
¿La letra de su canto?
Nunca se sabe.

- Sólo Dios la sabe. -- María Sánchez Ortiz



Pasan las olas.
De pronto dan las doce
las amapolas.



En el ambiente,
gajos de piedra blanca.
Luna creciente.



Un parpadeo.
El universo todo,
niño de nuevo.



Ojos al agua.
La luna sobre el charco.
Lágrima clara.



En el silencio,
la araña se desliza
como un arpegio.





Alfonso Muñoz
(Lima, Perú)




Contra el calor
es bueno echarle agua
al Sol.



Si duermo
en el árbol,
¿despertaré cantando?



Tenga cuidado
la abeja, que si pica
muere.



Pobre insecto,
se ha cruzado en el camino
el hombre apurado.



Fieles son por siempre
el uno junto al otro
mis soldaditos de plomo.



En ese charco
el pobre sol
tirita.

- Bella la variante del universo a tus pies. Sólo que tu haiku se vuelve único porque pones a tiritar al sol. -- Fernando López Rodríguez





Anmario Ifrán
(Buenos Aires, Argentina)




calle de tierra
las luciérnagas vuelven
desde mi infancia

- ¿Regresan ellas cada año o son un recuerdo sobrevenido al volver a un lugar? Desde la primera palabra, este haiku tiene un extraordinario poder de evocación. -- Mavi



la lluvia cae
en la ciudad respiro
aroma a vida



danza de tango
de zapatos brillantes
vuelos nupciales



frío cemento
en la esquina un cartel
esconde estrellas

- Entre los varios haiku urbanos presentados, este me parece muy apropiado en su verdad. -- Maramín



con la lechuza
encima de las luces
se me abre el cielo



altas estrellas
en las constelaciones
leo tu nombre





Antonio Barroso
(Albacete, España)




Salgo del patio.
En la fresca penumbra
mis ojos no ven.



El arco iris,
puente desde el cole
hasta mi casa.

- Encantador jaiku. Nos muestra cómo a veces es el mundo infantil: cándido, soñador, un parque de atracciones, un paraíso. -- Frutos Soriano



Tierra mojada,
frescor y hojas secas
recién llovido.



Las hojas secas
suenan al pisar. Paseo.
Llevo abrigo.



La música es
el arrullo del viento
en un otoño.



Del otoño
hojas secas cayendo
son partitura.





Antonio G. Vargas
(Almería, España)




Brasa sesgada
quemando impasible
la paz nocturna



Nuestro cielo
se ha tornado gris
tras la ventana



Un arco iris
aureoló tu cabello
y murió el dia



Uno tras otro
llegaron los inviernos
segando poesías



Alzó las alas
y puso en mi boca
su canción de paz



A nuestros pies
yaces tronchado, roto,
frágil jacinto





Barbarroja
(Cádiz, España)




Inadvertida
la audacia del caracol
sobre el asfalto.



Duermen palomas
al calor de las tejas
del mediodia.



Sorprendió el payaso
con su sonrisa puesta
al transeúnte.



Arce negundo
cadencia del tiempo
tu lento deshojar.



Asoma la vida
verde en cada yema
buscando la luz.



Duermevela,
llueve sobre el estanque
de mi conciencia.





Beatriz Ruth Martínez
(Córdoba, Argentina)




Grillos que cantan.
En el aire, penumbras.
¡Estoy melancólica!



Y nace el sol...
Los labradores pasan.
Andar cansino.



Canta el arroyo.
La luciérnaga brilla.
¡Las maravillas de Dios!



El niño sueña
y su rostro sonriente
presagia amor.





Beto Quelhas
(São Paulo, Brasil)




Desperté gaviota
Dispuesto a bucear
En el mar de tu vida



"Impensado"

Me tiré
En tus brazos
Cruzados



Apareció la margarita
Ávida de aplausos
En el jardín del cementerio



Llueven flores pequeñas
Alzando las nuevas penas
¡Qué bella estación!





Carlos Fleitas
(Montevideo, Uruguay)




mientras camino
el viento me mece
canción de cuna



la golondrina
también trajo a la luna
bajo su ala

- A la golondrina no le pesa la luna, ¿será porque golondrina y luna se funden en el vuelo?. Honor para los participantes de El tablón tener la vecindad del Maestro Carlos Fleitas. Un abrazo desde Colombia. -- Fernando López Rodríguez



luz de luna:
el gato en celo juega
con su sombra



jacarandá
a ti también te gusta
la luz de otoño



al amanecer
el grito de la gaviota
corta la niebla

- Hay una gran energía evocativa en este haiku. Poedemos escuchar a la gaviota y verla rasgando la nieba. Con modestia, el poeta se esfuma... pero nos ha dejado el sitio que podemos ocupar a condición de esfumarnos también. -- Jorge Martínez Ruiz



en el parque
jugando con la luna
álamos plateados

- Me gusta, es una bonita escena. -- Mar





Carlos Reyes
(Santo Domingo, Rep. Dominicana)




Hoja de otoño
¿dónde te lleva el viento?
si es primavera



Vengo de lejos...
por el camino frágil
de mi silencio



Para el río seco
las lluvias del verano
son nuevas lágrimas



El viejo camino
a las nuevas carretas
sigue los pasos



Ciego perenne
cuenta al pasar las olas,
el viejo faro



Mientras dormía
sobre las secas gramas
crecieron perlas

- Bella metáfora que indica cómo la naturaleza transforma en perlas las gotas del rocío. -- Menecmo





César Bianchi
(Buenos Aires, Argentina)




oruga verde
por las ramas del plátano
circula el tren



la rosa china
inmoviliza el aire
del picaflor



cesó la lluvia
los pastos alardean
de sus brillantes



anillo de oro
la fase de la luna
copia en arroz



radar sutil
a la rauda palmeta
la mosca escapa



paloma múltiple
el ventilador casero
sueña ser viento





Ch. Abada
(Madrid, España)




"Haikus de aldea"



Calles desiertas.
Ya no vomitan humo
las chimeneas.



Una ventana,
de la casa en penumbras,
iluminada.

- La no inclusión de ningún verbo lo sintetiza hasta el límite y refuerza el contraste entre luz y oscuridad. Logra crear un ambiente íntimo al situar un pequeño foco de luz destacando entre las penumbras, que al ser penumbras no marcan un contraste tan tajante como la oscuridad. -- Félix Alcántara Llarenas
- Un contraste admirable de un hecho obvio y cotidiano que desatendemos. Oscuridad y luz se proyectan aquí como un ramillete de sentidos sumamente fecundo. Ejemplo magnífico de una metafora encubierta en un haiku. -- Carlos Fleitas
- Es el hombre contemplado en la humildad de su casa. Apenas una habitación se ilumina, la penumbra no ofende la naturalidad de la noche. Iguala el poeta la casa del hombre al nido de los pájaros o a la madriguera de un animal cualquiera. -- Jorge Martínez Ruiz



Sigue la vida:
de madre muerta
ha nacido la niña.

- Crudo como la vida misma, directo al corazón, amargura y esperanza al mismo tiempo. Condensa la vida en dos fuerzas que pugnan por mantenerla: amor y sacrificio. -- Barbarroja





Christian García Mirafuentes
(Aguascalientes, México)




Duerme la bruma
ensaya una gaviota
su voz desnuda





David Collazos
(Lima, Perú)




La noche inicia
vuelven a florecer
tenues faroles.



Sé del silencio
sé que solo tiene alas
cual colibrí.



Nadie vive en casa
solo anda por los cuartos
el viento de otoño.



Dentro mi cuarto
contiene al universo
una luciérnaga.



Buen pescador
tira su red al lago
no pesca la Luna.





Diego Escarlón
(Buenos Aires, Argentina)




"Hadas"

las hadas pintan
las hojas con rocío
y gotas de luz



"Noche"

otras hogueras
saludan a la mía
desde el cielo

- Un haiku más sutil de lo que aparenta en principio. El caminante encuentra compañía en los fenómenos naturales, hasta el punto de dejar de pensar en sí mismo y de olvidar su posible soledad. En un claro del bosque, las otras hogueras (estrellas) no lo saludan a él, sino a su propia hoguera. -- Nanook



"Bosque"

tras la tormenta,
alguien pisó el cielo
sin darse cuenta

- Haiku muy descriptivo, te transporta al momento que tantas veces has vivido. -- Mar



"Semilla"

un bebé duerme
dentro de la semilla
de la caoba



"Flores de nieve"

el Sol derrite
la nieve de las ramas
y ellas lloran

- Este haiku me hacer evocar los escritos por Shiki, quien por su yo sufriente destacaba en sus haikus los momentos tristes de la naturaleza ("lloran las ramas"). -- Pequeña Flor



"Belleza efímera"

la oruga teme
llegar a mariposa
y luego morir





Doña Pepa
(Lima, Perú)




entre el agua turbia
veo florecer
lotos



espero y espero
mas no llega
la mañana



más brillante
que el topacio
un caramelo

- Originalísimo. Sabe recoger de un objeto meramente sensorial, una conexión que sorprende por su ingenio y potencialidad. -- Carlos Fleitas



septiembre limeño
¿primavera o invierno?
nunca se sabe



las huellas tuyas
ya pertenecen
a la arena





Dorothy Silva
(Lima, Perú)




Ruido y silencio
en constante pelea
aclara el día



Más luz y agua
¿alargará tu visita
flor de un día?



Confuso
cuando algo se rompe
una y otra vez



Un sol de colores
mancha el cielo
del atardecer



Hortensia:
pequeñas flores habitan
una flor



El viento
hace hablar
hojas calladas





Edgar Norabuena Figueroa
(Ancash, Perú)




cielo sereno
un ave pasa a otra...
bandada al norte



flor de naranjo
se agita entre tus pétalos
el colibrí



bajo este pino
descansa el caminante
sobre una piedra



entre sus ramas
temblorosos y tímidos
bellos cristales



fresco arroyuelo
un pez de pronto emerge
ondas de tiempo



yo soy un hombre
al pie de un gran árbol
cazando tiempos





El Viejo Li Bo
(Jujuy, Argentina)




árbol sin sombra
la bruma del otoño
mi único abrigo

- Expresa el desvalimiento o desamparo en que se encuentran las personas al correr de los años. -- Menecmo



con mi sombrero
cubierto por la nieve
parezco un mago



el sauce mira
nadar la golondrina
dentro del río

- Soy una enamorada de los sauces. Por eso elegí este haiku, donde está muy bien expresada su gran "sensibilidad", admirando una golondrina reflejada en el rio -- Pequeña Flor



soy pino alto
y la luna me ronda
en primavera



múltiple orquesta
las chicharras explican
todo el verano



calla la alondra
cae el fruto del árbol
¿llega mi hora?

- Los fenómenos naturales son percibidos por el observador como señales que anuncian la fugacidad de la vida. -- Palmira
- La impermanencia y la aceptación. La filosofía taoista hecha poema. Los tres versos empiezan con un verbo, dando la perfecta idea del movimiento. Y todo dentro de lo natural. Hasta la muerte. -- Rafael García Bidó





Elena Espiña
(Madrid, España)




Atraído por el aleteo
De la sombra,
No vio la mariposa



Las gotas de rocío
Esperan la señal
Para dejarse caer



Estremecimiento
Del agua, el pez salta
Por última vez



El candil, la luz,
Sopla el viento;
La oscuridad titubea





Eloísa Tréllez Solís
(Lima, Perú)




Con picos largos
los flamencos rosados
bordan la playa.



Soledad del mar
entre lobos hambrientos.
Todos morimos...

(sobre un desastre ecológico ocurrido en Perú a raíz de "El Niño", en el que murieron muchos lobos marinos por la desaparición de la anchoveta, su alimento)



Martillando va
el pelícano triste.
Los peces se van.



Un relámpago.
El lobo se queda
mirando el silencio.



En pensamiento
la canción florecía.
Mudas las hojas.



Un ave anda
oculta en la hierba.
El cielo espera.





Elpablo
(Buenos Aires, Argentina)




Te miré mientras dormías
y puede ser que mi lágrima
te despertara al tocarte



Y atrapo en el aire
tu mano rebelde
y la deposito en el lecho





Elsologuren
(Lima, Perú)




La tinta en el papel.
El pensamiento
deja su noche



"Buganvilla"

Cascada de agua seca
papel de cielo
iluminado



No veo el florecer
del naranjo, oigo
subir su canto



¿Qué canta el agua?
el agua canta el agua
canta el agua canta



Nada dejé en la página
salvo la sombra
de mi inclinada cabeza





Félix Alcántara Llarenas
(Zaragoza, España)




Tejado gris.
De negro con la lluvia
se va tiñendo.



De nuevo solo
ante el atardecer.
¡Quiero gritar!



Los paseantes
levantan la mirada.
El arco iris.

- Belleza del Arco Iris tras la lluvia. Refleja muy bien la sorpresa. -- Ricardo Fernández Moyano



Luna dorada.
También te dejas ver
en la ciudad.



Lluvia de otoño.
Debajo del alero
una paloma.

- Un haiku muy tierno y visual. Se nota que hay detrás de él hay un gran haijin. -- Ricardo Fernández Moyano
- El poeta capta una instantánea que te abre infinitas puertas: tristeza, intimidad, frío, infancia, compasión... Conseguidísimo. -- Frutos Soriano
- Me atrajo por la sensibilidad en contemplar un hecho frecuente en la naturaleza (tiene kigo) y la reaccion de uno de sus seres (la paloma), que busca su protección cuando le es desfavorable. -- Pequeña Flor



Bosque de pinos.
Revelan las agujas
ruido de pasos.





Félix Arce Araiz
(Soria, España)




esa hormiguita
intrépida o perdida
pero tan sola...

- Este haiku me recuerda a los escritos por Issa, quien refleja esa admiracion casi religiosa por la Vida y lo resalta en la contemplacion de los seres pequeños y minúsculos. -- Pequeña Flor



humea el asfalto
las noches de verano
tras la tormenta



al borde del mar
sobre la playa inmensa
un pececito



noche infinita
en los ojos del gato
contemplándome





Fernando López Rodríguez
(Valle del Cauca, Colombia)




Mantis religiosa.
Grillo en escena,
fue la cena.



Esta mañana la telaraña
sólo atrapó
gotas de rocío.



No cesa de cantar
violinista de caminos
¡Ah, la cigarra!



Sólo un junco
necesita el ruiseñor
para su canto.

- Tiene de todo: calidad, sencillez formal, naturalidad, observación directa... Para mí, un excelente haiku clásico. -- Mavi
- Me gusta porque aúna sencillez con belleza en tan pocas palabras. -- Mar



Viento.
Sólo viento
lame el horizonte del río.



Por encima de ti
no hay nadie:
nube de la tarde.





Fonchín
(Lima, Perú)




Patio florido
la noche le canta
al día



Amarillo y azul
en la jaula cautivos
cielo y sol



Antiguo templo:
¿cruje acaso tu corazón
de madera?



¿Ruido de hojas
o vuelo de pájaros?
la duda avanza...



Tenuemente azul
anochece sobre el puerto:
luces lejanas



Imperceptible
la secreta blancura
de la noche

- Con gran sencillez, este haiku capta el misterio que se oculta tras la realidad, la armonía de los contrarios. -- Palmira





Francisco Álvarez Velasco
(Asturias, España)




Árbol desnudo.
Desde la mar el viento
trae la noche.



Cae un pedrusco.
Está en silencio el monte
y la luz, quieta.



Es la mañana.
Sobre la blanca sábana
la luz es sombra.



Cántaro viejo.
El camino es de todos
y el agua espera.





Francisco Carrasco
(Barcelona, España)




Encuentro vidrios
en la playa de siempre
donde las conchas.



Tristeza muda,
me muerdo los labios
hasta sangrarlos.



Cinco cúmulos
sobre el horizonte
nos amenazan.



El semáforo
rojo nos mira fijo
sin pestañear.



Montón de libros
esperanzas escritas
ya olvidadas.



Ola gigante
retumba en mi pecho,
luego silencio.





Francisco Tarazaga Bernardino
(Badajoz, España)




Vuelo silente
de aves pasajeras:
nadie me espera.



Luces de taxi:
con algo de hachís
os miro hoy.





Freda Iván
(Estado de México, México)




Mueren de tiempo
heliotropos azules
en el florero.



La lluvia sacude
su melena, en sus guedejas
se mece el viento.



Mar de leche:
las olas niñas juegan
con su propia espuma.



En la laguna
noche a noche espejea
su fría faz la luna.



Flores de luz
son los rayos de luna
sobre el saúz.

- La luz de la luna es mágica. -- María Sánchez Ortiz



Tenue perfume
dejó el paso del viento
entre las flores.





Frutos Soriano
(Albacete, España)




Prunos sin hojas
Han quedado a la vista
todos los nidos

- Expresa sin nombrarlo la melancolía del otoño. -- Ricardo Fernández Moyano
- La desnudez del pruno al llegar el invierno nos muestra los restos del maravilloso espectáculo que sólo él ha podido observar: el nacimiento de las nuevas aves en el nido que celosamente albergaba y protegía de los demás. -- Manuel López Gil
- No me canso de leerlo. Dirige la atención hacia el mecanismo que resta elementos de la imagen y nos hace esperar ramas, cielo o incluso nubes. Mientras tanto, unos nidos inadvertidos esperan en las ramas. Y serán vistos sólo en el último momento. -- Mavi
- ¿Es en el corazón del invierno donde anida la promesa de la primavera? Qué desnudo sabe este haiku y sin embargo deja en mí el tenue aroma de la esperanza. Entre los dedos silenciosos de ese pruno se intuye la promesa del dulce canto de los pájaros. -- Félix Arce Araiz



por el retrato
de Jesús, un bichito:
casi invisible



Calle tranquila
Sonido de cubiertos
contra los platos

- Un haiku al que sólo le falta la mención de la naturaleza para ser perfectamente clásico. Los cubiertos parecen oirse al chocar contra el plato. Además está muy adecuadamente incompleto: ¿Es de día o de noche? ¿El poeta oye el sonido desde la casa o desde la calle? -- Félix Alcántara Llarenas
- De cómo una escena tan cotidiana y, a primera vista, prosaica, puede convertirse, gracias a un haijin y a su sentido de la observación, en una auténtica cumbre poética, en uno de esos haiku que todos hemos aspirado alguna vez a componer. Sobre la escena en sí, es tan pura que cualquier comentario sería casi una impertinencia. -- Nanook



nos acostamos
distantes: entre sueños
me ha abrazado

- Es un haiku muy emotivo y estremecedor. -- Ricardo Fernández Moyano



cubre la escarcha
las hierbas y las piedras
los excrementos



piedrecillas:
cada una de ellas
tiene su sombra

- Aquí vale la observación, el detalle. El diminutivo acerca con benevolencia y la observación da categoría. Va de lo pequeño a lo cósmico. -- Rafael García Bidó
- Hasta una una piedrecilla tiene sombra. Descubrir que compartimos el atributo de interrumpir el paso de la luz nos recuerda que no somos distintos persona y piedra. -- Jorge Martínez Ruiz





Gerard Vales
(Barcelona, España)




el suave murmullo
de las briznas de hierba
susurra palabras



el griterío
de las grandes ciudades
sólo es silencio



hace ya tiempo
que el viejo árbol se mira
en el arroyo



jarra de cerveza
el sol te dió su luz
y el mar sus olas



vuelan las gaviotas
en la inmensidad del mar;
un graznido



"Guerra"

arden los cuerpos
en esta podredumbre
frío en el alma





Gloria B.
(Buenos Aires, Argentina)




dibuja nubes
con su vuelo en espiral
la mariposa



corre el arroyo
cantando junto al sauce
¡es primavera!



una vela encendida
lágrimas de los niños
¿no hay quien lo evite?



celeste cielo
sobre dorado trigal
no lo amenacen





Guido Riggio Pou
(Santiago, Rep. Dominicana)




Me habla el jardín,
en su lengua de flores
y de olores.



Es primavera,
mas no ha venido
a visitarme.



Mantis religiosa.
¿A qué extraño Dios de
la muerte ora?



Truena el Fuji.
Hoy no pastarán las nubes
en su cumbre.



Blanco el jardín,
en su sueño de nieve
inmerso.



Danzan las flores,
le rozan los arpegios
del viento.





Guillermo Fontes
(Santa Cruz de Tenerife, España)




Lagarto al sol.
La mirada desnuda
sobre esta roca.



Acantilado.
Un ave solitaria
en roja luz.



No hay más que sombra.
Mis huellas en la arena
desaparecen.



Una gaviota
vuela. En la arena húmeda
no deja huella.



En la ladera
los almendros en flor.
Nieve vernal.



Como el rocío
en la ladera caen
flores de almendro.





Hubertus Thum
(Hannover, Alemania)




una gota de lluvia
cae en la taza de té
mueve el cielo



pintura en la acera
lentamente se desvanece
Goya en la lluvia

- Veo pintores dibujando con tizas estupendos cuadros en las aceras, muy sugerente. -- Maramín
- Haiku muy visual en el que el autor plasma la vision efímera del arte en la calle. Me invita a reflexionar sobre las relaciones entre temporalidad y arte. -- Barbarroja





Jordi Climent Botella
(Barcelona, España)




Atravesando el
vacío, una mirada.
Otoño en tus ojos.



Horas quemadas
frente a un ordenador.
Fuera, la lluvia.



Los pescadores
remendando sus redes.
Olor a mar.

- Entra por los cinco sentidos: el olor a mar, el sabor a sal, la piel curtida de los pescadores, el sonido de las olas. La falta de verbos fija todo esto con sencillez y efectividad. -- Félix Alcántara Llarenas



Lluvia colándose
por el tragaluz.
Música de primavera.



Día lluvioso...
qué tranquilas las calles
mojadas de abril.



Bajo la sombra
del pino centenario
viajo con las nubes.





Jorge Martínez Ruiz
(Morelos, México)




Algo iba a decir
de la jacaranda en flor
viéndola callo.

- Un haiku sorprendente en el que el poeta no encuentra palabras para describir la hermosura de la jacaranda y nos obliga a imaginárnosla al no describirla. Lástima que no guarde la métrica clásica del haiku 5-7-5, sobrepasando en cada estrofa en una sílaba, algo que fácilmente podía haber evitado. -- Manuel López Gil



Tacatatá
pájaro carpintero
y framboyán.

(framboyán: acacia que en abril se incendia de flores rojas)



Ficus salvajes
trenzan el abandono
del viejo muro.



Un colibrí
en la rama sin hojas,
gota de hielo.



Calla la lluvia
unos trinos remueven
algo en el alma.



Casi diciembre
y apenas ha llegado,
luna de octubre.





José Beccar Varela
(Buenos Aires, Argentina)




Sobre mis hombros
gotas de lluvia mueren
y yo vivo más



Cientos de sauces
lamiendo el cadáver
del río marrón



Cuántas palabras
entre torres de cristal
se han caído



De la espina
una gota de sangre
me acaricia



¡Tan pequeñas
y tan profundas como yo
las flores del mal!





José Muñoz
(Lima, Perú)




Son vuestras sombras
palabras que argumentan
bajo la luna



Corres la cortina:
tigre de luz
en tu pupila



Negras perlarán la grana
de la dulce media luna
en el verano



Flor de la tipa;
diciembre viste
alfombras de oro



Tempestad es a los mares
lo que paraca
al vacío.

(paraca: viento muy fuerte del Pacífico)



Heliotropo,
heliotropo,
¿te raya el rayar del día?





Juan Blanco
(Buenos Aires, Argentina)




llanto en la noche
la madre se despierta
mi niño no es

(inspirado en una Copla de ciego, de Ezequiel Martínez Estrada)



fluye la fuente
el estío iluminan
cristales de agua



mar de bonanza
las golondrinas danzan
juegan los niños



qué bicho enorme
la ballena se escapa
excede al haiku



cuatro jirafas
quiebran en fila india
atardecer



un elefante
patas voluminosas
aplasta flores





Juan E. Ríos Vera
(Cádiz, España)




La peonía,
arrancada del suelo,
murió en silencio.



Se mece el junco
por el viento llevado
al movimiento.



La frágil rosa,
sorprendida en el sueño,
lloró en mi mano.



Fértil la lluvia,
acarició los campos
con su tristeza.





Katzu
(Lima, Perú)




Más oscura
que la duda:
la mancha de tinta



Noche estrellada.
Al amanecer
conchas blancas



Viejo candil:
la oscuridad parpadea
en la sombra

- ¡Ahhh!... Aroma a Zen. El viejo candil iluminando. Alguien sentado en samâdhi; los ojos entreabiertos miran a la pared. Capta el instante del vacilar de la llama en la penumbra (sombra). Una pausa, ¡oscuro!, ¡oscuro!. Y sin embargo... Gasshô. -- Setsufu



La arena roja:
el silencio de los cuerpos
descalzos



Sobre el camino
los cántaros desparraman
trozos de nubes



Antiguo muelle.
Cómo le duele el corazón
al viento





Liliana Ortiz
(Buenos Aires, Argentina)




Hiedra de otoño
al ventarrón enfrenta.
Lágrimas ocre.



Neblina diurna
rasgados ojos cielo.
Haiga, el gato.



En el estanque
salpica la tristeza
de un gris nubarrón.



Las luciérnagas
se encienden en la noche.
Brilla el rocío.



La luna llena
recorta una silueta.
Zen en la cima.



Andar de garzas:
deslizan círculos y
curvan totoras.

(totora: planta perenne de tallo erguido, común en esteros y pantanos)





Luis Avelar González
(Aguascalientes, México)




Tus ojos verdes
son espejos del campo
cuando amanece



Día lluvioso,
el sol con el arco iris
salta de gozo



El sol que besa
una dorada espiga
suspira y sueña



La enredadera
cree siempre que la barda
es escalera



Alba de marzo
mariposas y flores
a cada paso

- Bellos símbolos, presagios de primavera. -- María Sánchez Ortiz



El chapulín
hierbita saltarina
de mi jardín





Luis Toro
(Antioquía, Colombia)




Distante canta el ruiseñor
río de risas
recuerdos son...



Sakura florece
nostalgia de ayer
canto de cigarras al anochecer





Luisa
(Asturias, España)




Disciplinada
encaje de bolillos
teje la araña.

- En verdad, es una delicada labor la de la araña. -- María Sánchez Ortiz



Está de luto
el cielo entristecido
de Irak, Bagdad.



Funambulista
pendiente de un alambre
pasa la vida.



Suena en mi oído
un rumor continuamente
¡es un mosquito!



Excavadoras
en la arena asfaltada
marea negra.





Macario Daidai
(Lima, Perú)




¿crees hoja
que seré mariposa?
quizá polilla



pálido reflejo
de mi lado oscuro
el espejo



catarsis
de fuego y madera
diván vacío



mente confusa
el papel
en blanco





Manuel López Gil
(Madrid, España)




lluvia de otoño
por fin la vieja teja
se siente útil

- De algún modo, este haiku contiene muchas imágenes comprimidas dentro de las palabras. Me hace ver la vieja casa donde está la teja, la lluvia, y muchas otras imagenes que no aparecen en el verso. -- Milton Hernández



no hay soledad
si canta la perdiz
entre los trigos



por el cristal
una gota resbala
ecos de invierno

- Haiku con sabor a Zen. Sin duda el haijin se ha quedado ensimismado, vacío, contemplando la tarde de lluvia. En ese estado, el escurrirse de una gota puede ser oído. Pero, ¡mira por donde!, nadie puede oírlo. Menos aún, oir reverberar al invierno. Gasshô. -- Setsufu



aunque no estés
la hiedra crecerá
en primavera



al saltamontes
le persigue su sombra
en cada salto

- Observación pura de la realidad, tal cual es, reflejada en el súbito movimiento de un insecto. -- Palmira
- Aparentemente surgido de una percepción de un hecho, su significado lo trasciende dando amplio espacio para la participación del lector. -- Carlos Fleitas



metro tras Metro
miles de vidas pasan
con sus problemas





Mar
(Zaragoza, España)




noche de lluvia
cuando el sol amanece
niebla en el valle



pálida luna
desde el oscuro cielo
me estás mirando



vientos perdidos
crujen las hojas secas
escampan silencios



el globo asciende
las ilusiones vuelan
ojos de niño



está sentado
al borde del camino
el vagabundo



cuando regresas
beso tus labios
cuando te marchas





Maramín
(Valencia, España)




Van dibujando
en el cielo las nubes
caricaturas.



Bajo la parra
los racimos maduros
y las avispas.



Solo de noche
las luciérnagas lucen
sus farolillos.



Altos cipreses
indican el camino
vuelven los vivos.

- No se puede describir con menos palabras el ir y venir en los entierros. -- Menecmo
- Vital. Tras el rito de la muerte, la vuelta a la vida. Me gusta el uso simbólico del ciprés como representación de un cambio vital. -- Barbarroja



Y de repente
una banda de pájaros
cruzó mi vista.



Banco en la sombra
del árbol que en sus hojas
del sol se sacia.





Mari Cruz
(Barcelona, España)




Inalcanzable
funde tierra y cielo
el horizonte



Mullida y fría
tu pata en mi cara
anuncia el día



Llueve, dos gotas
compiten en el cristal.
Agua sin meta

- Siempre he amado las imágenes de lluvia. -- Milton Hernández



Brilla el rocío
lentejuelas verdes
sobre la hierba



Cae la noche
con el último verso
abrazo el sueño



Cuando despierto
junto al reloj aguarda
un nuevo verso





María Cristina Parada
(Buenos Aires, Argentina)




crece estiércol
en la playa mojada
llora la arena



suave alondra
y humo de albahaca
¡alguien ha parido!



Huella cautiva
esfuma el horizonte
pétalo de luz



gimió la gaviota
sobre el gavilán
trémulos ambos



trémulos huesos
acarician el panteón
de los ya idos



será el ocaso
alegoría de paz
fin o principio





María Sánchez Ortiz
(Sevilla, España)




"Invierno"



Están vacíos
los asientos del parque.
Ya llegó el frío.

- Al ver vacíos los asientos se apercibe de que llegó el frío invierno. Tiene proyección. -- Maramín



Llegó el invierno
en el girar del tiempo.
Un ritmo eterno.



Mucho más frío
que el rigor del invierno
causa el desvío.




"Primavera"



Se fué el invierno
y al rosal le aparecen
los brotes tiernos.



Algo se siente,
que anuncia la primavera,
en el ambiente.



Tras larga espera
brota el árbol caduco.
¡Ya es primavera!





Mariu Quiroga
(Madrid, España)




Brillantes al sol
titilando entre la hierba
rocío helado

- Este jaiku "lo vi" una mañana de invierno, pero no supe escribirlo. Por eso me alegró verlo, tan bien plasmado, tan exacto, tan redondo. -- Frutos Soriano



Delicioso olor
el que dejó el abeto
en mi camino



Sobre mi zafu
son ave de paso
mis pensamientos

(zafu: cojín de meditación)

- Peripatética de Madrid, creces en tus haiku al igual que tus caminos. Tus pensamientos, aves de paso, también inaguran la eternidad. Te abrazo desde Cartago. -- Fernando López Rodríguez



En segundos
el milagro de nevar
se ha diluído



Hielo caliente
tu esencia latente
tras la mirada



Rota la espina
aun a veces pincha
la dulce rosa





Mauricio Piscoya Huamán
(Lima, Perú)




No hay estanque.
No hay ranas.
¿Oyes el agua?



Brisa en mi rostro.
¿Pensará en mí
alguien que ignoro?



Luna menguante,
amorosa sonríes
pero distante.



Moscas, polillas...
En la telaraña
hasta el viento se agita.



Destellos de sol
en el río...
¿Versos que escribo?



Fugaz estrella.
Más breve aún
este poema.





Mavi
(Murcia, España)




Como si nadie
la estuviese mirando
canta la alondra



Aves que migran;
la ventana enmarca
parte del viaje

- Nuestra mirada capta sólo una ínfima parte del movimiento continuo de la naturaleza. Este haiku expresa ese instante. -- Palmira



El zorro avanza
con una encrucijada
a cada paso



Lecho de piedras:
en el recuerdo súbito
salta la rana



Para los ojos
que miraban la luna
el mundo es denso



Estos ancianos...
este sol alargado
entre los álamos

- Tres imágenes de invierno fusionadas. Los ancianos en el "invierno" de la vida. El sol bajo del invierno que proyecta sombras alargadas. También los álamos desnudos del invierno parecen más largos. Pero no hay tristeza, más bien "tibieza", gozo sereno. ¿Será posible? ¡Lo es!, ¡lo es! Gracias, Mavi. -- Setsufu





Mecha Nicolini
(Buenos Aires, Argentina)




Espuma de mar
con nuevas caracolas.
Marea amiga.



Trozos de escarcha,
se inclina para beber
el caldén senil.

(caldén: árbol leguminoso de unos 10 metros de altura, abundante en Argentina)



Es de plástico
el jazmín de la reja.
Confuso el gorrión.



¡Pobre zarcillo!
Lo ha matado la helada.
Tanto que esperó.



Ráfaga ardiente
rompe la telaraña.
Prueba de tesón.



Transluce un beso
el candor de una vela.
Ilusión de amor.





Menecmo
(Las Palmas de Gran Canaria, España)




Cuatro brochazos
de distintos colores:
¡surge el milagro!



Aún me persigue,
aquella su mirada,
pese a los años.



Allá, a lo lejos,
entre un mar de amapolas,
se abre un camino.

- Haiku impresionista. Muestra el paisaje con notas imprecisas, un continuo sin bordes donde aparece ese elemento bien delimitado, el camino. Con él se define el espacio, al tiempo que surgen otras incertidumbres: El camino implica la apertura a la posibilidad. -- Mavi
- Un camino que no es "subjetivo", sino del paraje. Lejano al individuo, arranca en la naturaleza -que es tan real (amapolas) como irreal (mar)-. Muy bueno. -- Raijo



Sangre de drago,
excrecencias del tronco,
pura resina.



Miro a tus ojos
cuando me estás mirando:
aturdimiento.



En la vigilia
acuden los recuerdos
uno tras otro.





Milton Hernández
(New Jersey, Estados Unidos)




En mi ventana
caminantes mojados
destilan prisa



Ni tan grande
es el brazo de la lluvia
ni tan pequeño



Lejos de ti
mis ojos se entretienen
con tanta lluvia



Al viejo reloj
ya no le queda tiempo
para mis dudas



La nieve tardía
corta la primavera.
Tiemblan mis huesos



Canto de cigua:
en la cruz de la iglesia
esplendor solar

(cigua: pájaro nacional de la República Dominicana)





Nabel
(Vizcaya, España)




Si quieren volar
las aves han de batir
sus alas quietas



Para ver el mar
el pino se ha inclinado
rendido



Se enciende el sol
y apaga las farolas,
amanece



Caligrafía
escritura de nubes
sobre fondo azul



Brisa suave
¿será Dios susurrando
"te quiero"?

- ¿Escuchamos a la Creación que susurra? La dulce brisa de la mañana, el pensamiento de la noche silenciosa... Precioso haiku que musita suavemente, como la tenue brisa, que lo maravilloso nos rodea, que no estamos solos, aunque a veces no nos demos cuenta. -- Félix Arce Araiz



¿También lloras, cielo?
con que lloremos uno
es suficiente





Nanook
(Sevilla, España)




serenidad del otoño
las hojas cediendo
al peso del rocío



roca y marea
seguirán dialogando
cuando me marche

- El diálogo interminable y cósmico no tendrá testigo. El último verso crea un sentimiento de pérdida, de adelantada nostalgia. -- Rafael García Bidó
- Aunque nada es para siempre, la marea seguirá bañando a la roca con implacable ritmo. -- Menecmo
- Un haiku "clásico". Su contenido evoca inmediatamente una cierta melancolía y un sentimiento de transitoriedad. Su equilibrio poético es admirable. -- Carlos Fleitas



entre las matas
la brisa repentina
¡la mirada del gato!



perplejidad
el azahar va y viene
con el viento



el mirlo muerto
y su pico amarillo
sigue amarillo

- La vida, su costumbre, aún cuando el mirlo ha muerto, sigue viva en el color de su pico. ¿Hay diferencia entre vida y muerte? La respuesta no tiene importancia. -- Jorge Martínez Ruiz



avanza marzo
mimosa florecida
pintando el viento





Nomfag
(Salta, Argentina)




salvia lavanda
los perfumes del ramo
y una lágrima



clavel marchito
en un viejo florero
la tarde ya cae



camina solo
el día es viejo y claro
y el sol se atrasa



inmensa luna
el viento en los álamos
y un mirlo canta



vibrando el alma
el aliento contiene
¿cae la cometa?



baila cometa
en el viento del otoño
risas de niños





Olga Ortega Charles
(Estado de México, México)




De madrugada
titila el rocío
sobre las flores.

- Un haiku tierno y sencillo, muy en el estilo de Chiyo-ni. Algo tan cotidiano como el rocío es aquí una agradable sorpresa vespertina para el madrugador (o el trasnochador). -- Félix Alcántara Llarenas
- El rocío iluminado, como astros caídos... no puede escapar a la mirada de la poeta, que deja constancia de manera perfecta. -- Frutos Soriano



En fronda umbría
los cipreses son lanzas
al mediodía.



El sol naciente
posa sobre el mar
su sangre coagulada.

- Es el tiempo el que se coagula contemplando un amanecer. En la sangre de un nuevo día debiéramos contener un segundo el aliento, como el sol, como el mundo antes de renacer. Antes de que el sol escape del mar, un instante tan sólo, breve y prodigioso como un haiku. -- Félix Arce Araiz



La gata en celo
maúlla en el tejado
con desconsuelo.



Noche moruna,
entre almenas asoma
su faz la luna.

- Sin sombra al mediodía, lanzas apuntando al cielo, defendiendo la tierra. Me gusta. -- Maramín
- Romántica imagen árabe. -- María Sánchez Ortiz



Ruge el mar:
saciedad de viento
y nostalgia de luna.





Otoñal
(Paysandú, Uruguay)




cayó en mis manos
desprendida del árbol
la hoja de otoño



como un milagro
del otoño a mis manos
voló la hoja



pequeño vuelo
del árbol a mis manos
la hoja de otoño



la mariposa
del árbol del otoño
voló a mis manos.



vuela del árbol
me rescata del tiempo
la hoja de otoño



¡oh, una hoja,
mensaje del otoño,
cayó en mis manos!





Palmira
(Valencia, España)




En su ramita
la almendra ya no es flor,
tampoco fruto.



Banco de piedra,
yo también estoy sola
bajo la lluvia.

- Con la personalización del banco el poeta es capaz de buscar consuelo a su soledad, una soledad que a la vez es compartida por el banco. -- Manuel López Gil



Pequeña casa,
el árbol de tu puerta
¡cuánto ha crecido!

- Sugiere, a la manera de la cortesía japonesa, la sorpresa sincera por el cambio natural. Dirigirse a un objeto inanimado es un guiño simpático, propio de un espíritu libre (un loco, un artista, un místico). -- Mavi
- También la puerta de la casa es parte de la casa; pero, a diferencia de lo artificial, crece. Del ambiente propiamente humano forma parte la naturaleza. Magnífica sencillez. -- Raijo



Hoy en los pinos
sinfonía de pájaros.
Entrada libre.

- De una manera sencilla y muy hermosa en este haiku tan visual se descubre la belleza y la libertad de la Naturaleza. -- Ricardo Fernández Moyano



Aunque esté muerto,
qué vivos los colores
del periquito.

- Belleza en la muerte. Para el zen la muerte es algo natural. Emplea con talento la construcción compuesta sin hacer demasiado complejo el haiku. -- Félix Alcántara Llarenas



Vuelan las flores.
Hoy es fiesta en el cielo
y en los zapatos.





Paqui Galán
(Cádiz, España)




tarde en febrero
aparecen cigüeñas
sobre las torres



noche de junio
se encienden las hogueras
del plenilunio



vuelas las hojas
bajo mis pies se extienden
como una alfombra



cae la lluvia
oculto mi tristeza
bajo el paraguas





Pequeña Flor
(Buenos Aires, Argentina)




El viento gime.
Pichones asustados
baten sus alas.



Triste el invierno,
hojarascas resecas
cubren el suelo.



Se inclina el árbol.
El viento ha castigado
su rebeldía.

- Hay una transposición de significado: personificación del viento al castigar al árbol. -- Menecmo



Noche de invierno.
Se suma a la tristeza
la fria lluvia.



Sueños de sauce.
Besando enamorado
la fresca orilla.



¡Ah esas ramas
desnudas por el viento!
Las cubre el sol.





Pío E. Sotomayor
(Guanajuato, México)




Por el sendero,
a cada paso, la cascada
crece en estruendo.



Cuando la savia
sale de los árboles:
¡verdes lágrimas!



En el verano
sueñan su otoño las hojas:
duermen los álamos.



Tengo tiempo
para admirar al otoño:
hojas cayendo.



Cubrió el rocío
las agujas en el bosque:
lloran los pinos.





Puzzle
(Madrid, España)




También me ensucio,
soy un cordón desatado
bajo la lluvia.



Eran palabras,
no vaho ni humo;
tarde de invierno.



Retrovisores,
ojos que miran,
me vuelven pasado.



El murciélago
consolaba en vano
al farol roto.

- Felicitaciones. He visto con ojos cerrados esta imagen llena de poesía, de soledad y solidaridad. Murciélago y farol roto: simbiosis de soledades. -- Fernando López Rodríguez



Cierro los ojos.
Una esquina doblada
marca la página.





Rafael García Bidó
(Santo Domingo, Rep. Dominicana)




Cubierto de hojas
no sabe si es camino
o si es otoño.

- Destaco este haiku de Rafael, como podría hacerlo con cualquiera de los seis que ha presentado; son todos conmovedores. Aquí me impresiona el inabarcable juego de sugerencias: ¿está el camino cubierto de hojas, o se refiere al otoño? ¿Quién no lo sabe, el camino, el otoño... o el propio poeta, que acepta y se regocija en su ignorancia ante la belleza? -- Nanook
- Caminante, repítelo, llénalo de silencio. -- El Viejo Li Bo



Amanecer.
El rocío y el sol
en su lugar.



Una campana
con sonido de antaño
vence a la niebla.

- Preciosa imagen llena de tranquilidad en la que el sonido de la campana, que evoca los recuerdos del pasado, es capaz de abrirse paso a través de la espesa niebla, algo que nuestra vista no puede. -- Manuel López Gil
- El tiempo como reiteración (oído) está ahí, donde el espacio (vista); pero esta vez el espacio es ausencia de visibilidad. Así, la victoria del tiempo es darnos un lugar, un ámbito. Y todo en cada campanada. Muy sugerente. -- Raijo



Hondo en el bosque
hasta la luz es verde.
Serenidad.

- Los dos primeros versos de este haiku me traen el aroma de algunos jueju de Wang Wei. Una imagen de profunda quietud y frescor en un bosque umbrío. Pero, ¡ay!, ¡si no fuera por el tercer verso!, ¡si no fuera por el tercer verso!... -- Setsufu



Paseo al alba.
En la cara del perro
gotas de rocío.



El viaje es largo
y a detenerse invitan
las margaritas.

- Sencillo, despojado, pero intenso. Aguda observación trasmitida con una lírica impecable. Belleza y elegancia se unen en este haiku. -- Carlos Fleitas





Raijo
(Murcia, España)




Suelo del agua:
levantan polvareda
ranas huidizas.



Sólo una fuente,
pero su agua al caer
deja arco iris.



Brilla el lucero
desde la oscuridad
que se acerca.

- ¿No es sorprendente que la luz del lucero anuncie la oscuridad? Hay en este haiku honda serenidad en los dos primeros versos. De repente en el tercer verso, ¡paff!... se abre una tensión. Perplejidad; desasosiego. ¿Qué se acerca?, ¿sólo la oscuridad? -- Setsufu
- Tiene la dos partes que menciona Paz. Una descriptiva, otra sorpresiva. Mientras más se acerca la oscuridad, más brillará el lucero. -- Rafael García Bidó



Puerta entornada;
qué adentro se posan
aromas del aire.



Suenan chicharras;
viene de la primavera
el caminante.

- El incansable caminante saludado por chicharras veraniegas. Me cautiva ese evocador "venir de la primavera", y me recuerda a aquel haiku de Kyoshi en que la luz primaveral "abraza" al caminante. Aquí parece que lo despide, cargada de vivencias, en el inevitable fluir del año y del camino. -- Nanook



Mi vaho borra
la imagen del espejo
y se disipa.





Ricardo Fernández Moyano
(Zaragoza, España)




El cierzo azota
la cara. Un rayo de sol
alegra el paseo.



Mi hijo en la plaza
corre tras las palomas.
Fotografía.



La lluvia golpea
los cristales. Mi infancia,
en un suspiro.



Los niños juegan
con la nieve. Mi infancia
ante los ojos.



De la catedral
del bosque son vidrieras
las mariposas.

- Sugerente visión del bosque como templo de la naturaleza. Imagen plástica de gran colorido. -- Palmira
- Una imagen preciosa llena de colorido que transporta al lector a las vidrieras multicolor de las catedrales, donde cada trozo de cristal bien podría ser una de estas mariposas en libertad. -- Manuel López Gil



Las hormigas,
proletarias del bosque.
¡Revolución!

- Ricardo capta la vivacidad de las hormigas en grupo, su laboriosidad, de una forma ingeniosa. No sobra nada en este jaiku, ni siquiera las admiraciones. -- Frutos Soriano





Ricardo Gallegos Dextre
(Lima, Perú)




Rosado transparente
una chispa:
la fogata



Brisa nocturna del mar:
¿soy
feliz?



Negro y gris
algo se mueve
en la arena



Tranquilo y callado
monta guardia
el minero



Tranquila y segura
se prepara la oruga
para renacer





Sabeli Ceballos
(Campeche, México)




"Tunkul"

Árbol cantante,
tienes en cada surco
la voz del tiempo

(tunkul: tronco hueco usado como instrumento musical por los mayas)



"Mestiza del Mayab"

El huipil blanco
se viste de piel maya
otra mañana



"Tamal"

Lecho nupcial
hace la hoja del plátano
al nixtamal

(nixtamal: masa que se obtiene del cocimiento del maíz en cal)



"Chile"

Con picardía
México se escondió
en mi tortilla

- Me despierta gustosas sonrisas. Gracias. -- Raijo





Sergio A. Rodríguez Sosa
(Caguas, Puerto Rico)




Canta el coquí
en la verde bromelia
una serenata.



Recio huracán
alarmada antilla
preludio de sol.



Viento y lluvia
sólo bocas abiertas
en la sequía

- Revolucionario. Sin pretensiones consiguió remover mi conciencia burguesa. Todo un manifiesto de la situación por la que atraviesa el otro lado del planeta. -- Barbarroja



En las Salinas
las tardes anochecen
vestidas de sal



Desde mi pueblo
al sol de la manaña
le faltan piernas



La lombriz roja
debajo de la piedra
baila la salsa





Setsufu
(Madrid, España)




lluvia con viento
ecos en la oscuridad
desde el desván



al volver del río
tras el humo de un fuego
brilla tenue el sol

- Acaso las cosas más brillantes haya que mirarlas a través de un velo de humo. En este haiku intuyo, ligero como un retazo de humo, que aquello que nos da la vida está oculto a nuestra mirada, precisamente por brillar constantemente junto a nosotros. -- Félix Arce Araiz



caen cenizas
volutas de humo rasgan
el monte en flor



pacen las vacas
a ratos sopla el viento
el perro duerme

- Sin decirlo expresamente, transmite la escena. -- Mar



de los caminos
llamaron a la fuente
por donde paso

- Representa bien la esencia del haiku tradicional, de un otoñal "aquí y ahora". -- Maramín
- Tanto lo que es nombrado como la manera de nombrarlo indican devenir, tránsito. Y también quien ahí percibe está de paso. Redondo. -- Raijo



ha caído algo
rodando cuesta abajo
una castaña

- La fuerza de este poema se encuentra en su sencillez intemporal. Refiere un hecho de la naturaleza que está ocurriendo: una castaña que desciende. Se recrea una atmosfera de soledad humana pero de comunión con la vida. Atrapa el movimiento sin contarlo. -- Jorge Martínez Ruiz





Stewart Mundini Galán
(Cádiz, España)




calle mojada
vuela la golondrina
ladran los perros



cal en el muro
verde la salamandra
Andalucía



llega la tarde
en el claro del bosque
todo es penumbra



la rana espera
con la lengua al acecho
por si las moscas

- Un juego semántico en la segunda parte da una doble significación en que ambas se refuerzan. Una frase hecha, un tema común (la rana). Un buen jaiku hecho con elementos de todos los días. -- Rafael García Bidó



todo es escarcha
todo es agua de luna
granizo y nieve



vigila el águila
una frágil paloma
desde el otero





Sylvia Simonet
(Salto, Uruguay)




Azul glicina
cuelga del emparrado.
Racimo de luz.



Las plantas tiernas
después de la lluvia
¡desmadejadas...!



En la espesura
se desangran los ceibos -
resplandor rojo.



¡Qué fresco se está
a la sombra del parral!
¡Ay, qué fresco...!



Alta la luna,
quieta la noche tibia.
Canto de grillos.



Busco tu rostro,
tu risa en la noche
una y otra vez.





Timothy Cullen Odonojú
(Sevilla, España)




Naranjas amargas
Desayuno irlandés
Gélida neblina



Buho no visto
Me da escalofrío
Eco oscuro



Ciruelo ¡ya!
Te pillé floreciendo
Bufanda en mano



Banco mojado
Mejor sigo el camino
Ya habrá descanso



Vendaval brusco
Brotes tiernos tumbados -
Árbol suspira



Patos, pececillos
De pronto, charco en sombra -
Risa de rana





Tortuga
(Lima, Perú)




es el desierto
en mi soñar inquieto
un espejismo



el sol se marcha
pero deja destellos
para ti, ¡Luna!



tras esa nube
como piel bajo la ropa
del mendigo; el sol



cae la noche
con ella
las estrellas



sin testigos
La noche embustera
secuestra al sol





Véneto
(Buenos Aires, Argentina)




viejo nogal
tu sombra ya perdida
mis ojos buscan



tronco talado
excavo en su interior
jardín futuro



árbol ausente
nueva porción de cielo
miro el pasado





Yuriko Takano
(Lima, Perú)




pretenciosa cereza
ha olvidado
que fue flor



el grillo canta,
el adulto sueña
canciones de cuna



una mariposa
dice adiós
con las alas



libélula,
¿crees que el mundo gira
a tu alrededor?



canta un grillo;
ingenua creí que era
mi conciencia



fila india:
las hormigas saludan
lenguaje secreto

- Es la mirada nueva la que en este haiku casi infantil nos descubre el lenguaje secreto de las hormigas. El secreto de las cosas, de la vida, aguarda el instante cómplice de una mirada limpia, un corazón que se agache junto a lo diminuto. -- Félix Arce Araiz