¿también tú
diminuto ciempiés
perdiste el camino?
- Muy emocionante para mí, me recuerda mucho a Issa, mi autor de
haiku preferido.
-- Sergio García Clemente
en el jardín
el rosal florecido
ahora comprendo
crecen hierbajos
por donde nadie pisa
y a veces flores
- Haiku de caminante, digno de Bashô.
-- Frutos Soriano
- Considero este haiku un ejemplo de lo que Bashô decía: "
yoku mireba..."
("si miras bien..."). Pero además de ser una bella y sencilla imagen, este haiku
transpira compasión. No es sólo compasión por las plantas (hierbajos y flores),
sino por los seres humanos. Sugiere que vayas a ver los hierbajos (¡por qué destilan
soledad? Empatía con el haijin) y si ellos no te calan, alguna flor lo hará (para
apreciar lo feo pocos hay, sin embargo...). Precisamente, en el tercer verso se
transpira esa "flor" de compasión. Está en el mismo sentimiento de humilde
sencillez del haiku "para admirar..."
-- Setsufu
- Este haiku me atrae por su falta de pretensiones. Las cosas tal como son.
Hay una profunda poesía y una sorpresa (a veces flores) por demás muy
natural.
-- Rafael García Bidó
también este año
se deshoja el membrillo
mundo de paso
- Nanook es quien, en mi opinión, con mayor maestría aborda el haiku desde
su perspectiva más "clásica". Su cuarto poema es un buen ejemplo de esto,
refiriéndose al tema de la impermanencia con gran claridad y
saber hacer.
-- Sergio García Clemente
junto al estanque
sin nada que ofreceros
patos del alba
luna de agosto
un grillo que canta
¿cuántos que callan?
- Lo siento como que sólo una persona entre muchas aprende a vivir.
Otras... muchas, quizá sólo dejan que el tiempo pase y se amoldan a
la rutina que todo lo empaña y mata.
-- María Cristina Parada
- Me hace pensar que la mayoría suele ser mayoría silenciosa.
-- María Sánchez Ortiz