El Tablón 2002 - Segundo Semestre
- Índice de autores -
Abela - Madrid, España

Alberto Montero Gil
- Cáceres, España

Alejandro Espinosa Camargo
- Ciudad de México, México

Alejandro González
- Cáceres, España

Anathroon
- Tabasco, México

Ángel García Santos
- Valencia, España

Anmario Ifrán de Ronda
- Buenos Aires, Argentina

Barbarroja
- Cádiz, España

Beto Quelhas
- São Paulo, Brasil

Blanca Bengaray
- Caracas, Venezuela

Carlos A. Saavedra Castillo
- Estado de México, México

Carlos Cadáver
- Caracas, Venezuela

Carlos Elio Blasco
- Neuquén, Argentina

Carlos Reyes
- Rep. Dominicana

Catu Paz
- Buenos Aires, Argentina

César Bianchi
- Buenos Aires, Argentina

Chiruca Díaz
- Valparaíso, Chile

Daniel
- Ohio, Estados Unidos

David Collazos
- Lima, Perú

Edgar Norabuena Figueroa
- Ancash, Perú

Eldo
- Huesca, España

Félix Arce Araiz
- Soria, España

Fernando López Rodríguez
- Valle del Cauca, Colombia

Frutos Soriano
- Albacete, España

Gloria Benítez
- Buenos Aires, Argentina

Graciela Chisty
- Entre Ríos, Argentina

Guido Riggio Pou
- Santiago, Rep. Dominicana

Guillermo Fontes
- Santa Cruz de Tenerife, España

Igor Grohar
- Buenos Aires, Argentina

Insomnio
- Jaén, España

Jordi Climent Botella
- Barcelona, España

José A. Fernández Sánchez
- Barcelona, España

José Luis Gamboa
- Málaga, España

José Martel Moreno
- Las Palmas de Gran Canaria, España

Josemi Blanco
- Tarragona, España

Juan Olivares
- Madrid, España

Liliana Ortiz
- Buenos Aires, Argentina

Locritsba
- Mendoza, Argentina

Luis E. Mejía Godoy
- Managua, Nicaragua

Luis M. Saavedra Saldívar
- Estado de México, México

Luis Paz
- Madrid, España

Manuel López Gil
- Madrid, España

Mar
- Zaragoza, España

Maramín
- Valencia, España

Marcelo Gobbo
- Buenos Aires, Argentina

Margarita García Zenteno
- Estado de México, México

María Cristina Parada
- Buenos Aires, Argentina

María Sánchez Ortiz
- Sevilla, España

Mariu Quiroga
- Madrid, España

Mavi
- Murcia, España

Méliès
- Sevilla, España

Nabel
- Vizcaya, España

Nanook
- Sevilla, España

Néstor Mercuri
- Salta, Argentina

Ojos Tristes
- Puebla, México

Olga Ortega Charles
- Estado de México, México

Oriana Letizia Barsami
- A Coruña, España

Pakouru
- Monterrey, México

Palmira
- Valencia, España

Pedro Tejedor Ruiz
- Cádiz, España

Rafael García Bidó
- Santo Domingo, Rep. Dominicana

RaGeFoRst
- Estado de México, México

Raijo
- Murcia, España

Santhyago Gaviota
- Lima, Perú

Sergio García Clemente
- Santa Cruz de Tenerife, España

Setsufu
- Madrid, España

Soledad Jiménez Zubillaga
- Ciudad de México, México

Sylvia Simonet
- Salto, Uruguay

Verónica Wiedrich
- Buenos Aires, Argentina

Xalethia
- Ciudad de México, México

Xosé Lois Ferreiro
- Madrid, España

Yaco Zisman
- Berna, Suiza


Nº de autores: 72
Nº total de autores que participaron en la preselección: 102


Arriba

Abela
(Madrid, España)




Brilla el tejado
con dos ojos de gato
bajo la luna



En primavera
caminando por el campo
es verde la luz



Teje la nieve
una camisa blanca
sobre la tierra



El viento escucha
en la copa de un árbol
muerto de risa



Amado tiempo
cuando los días vuelan
por las ventanas




Arriba

Alberto Montero Gil
(Cáceres, España)




gramíneas secas
llano de la montaña
frío viento azul



dentro del bosque
el viento húmedo
las hojas caen



fin del otoño
fríos montes al este
sigo la senda



se va la tarde
el sol y el camino
rojo perfecto




Arriba

Alejandro Espinosa Camargo
(Ciudad de México, México)




"Mulata"

Pasa una mujer,
con sus caderas mece
el atardecer

- No soy un conocedor del haiku, pero la forma atrevida en que este haiku capta el instante de la aureola dejada por el cuelpo descomunal de una fémina me atrajo bastante la atención. El atrevimiento de plantear una innovación del contenido es algo que considero debe darse a pesar de lo tradicional del haiku. -- Daniel



"Plaza de toros"

Arde la tarde:
loca la gente aplaude
ebria de sangre

- En este haiku, el mismo autor nos adentra a un paisaje de exaltación y barbarismo; donde la fuerza trágica de la sangre parece querer desbordar las gradas del espectáculo y brindarnos el Tanato oculto de la multitud. -- Daniel



"Barceloneta I"

La ola llega
harta de vagabundear
se vuelve arena



"Serenata"

En noche oscura
suena un cascabel de luz,
la vieja luna




Arriba

Alejandro González
(Cáceres, España)




Llegas al parque.
La oscuridad se extiende
para buscarte.

- Muy musical, posiblemente debido a la casi imperceptible rima asonante de los versos 1 y 3. -- José Luis Gamboa



Llueve.
En la fotografía
algo se mueve.





Anathroon
(Tabasco, México)




De tanto azul
no cabes jacaranda
en este verso.

- Pude ver la jacaranda. Felicitaciones. México y su ancestral forma de ser en el mundo, es tierra fértil para el haikú. -- Fernando López Rodríguez
- Es un canto a la esperanza, a la exultación, a la alegría. Un estado gozoso del alma que todo lo puede. Bellísimo. -- María Cristina Parada
- El reflejo de la belleza que impresiona por ser capaz de exceder nuestra pequeñez, pero no nuesta percepción de ella. -- Néstor Mercuri



Ha delatado
un chirriar de cigarras
al silencio.



Un brioso viento
la buganvilla estruja.
¡La ha desflorado!



El buey anciano
liberado del yugo
ahora lo extraña.

- Pareciera que la vez liberara al alma... pero a veces se insiste en volver a las viejas ataduras. -- Chiruca Díaz



Varias abejas
disputan a una avispa
la miel de un mango.

- Me atrae la idea de vida que expone este haiku, incluida la pelea por el sustento que refleja. -- Maramín



Vi que el agave
pinchó una flor violeta
cuando caía.





Ángel García Santos
(Valencia, España)




Qué solo y triste
el jardín florecido
cuando te fuiste

- Cada uno ve el paisaje según su estado de ánimo. -- María Sánchez Ortiz





Anmario Ifrán de Ronda
(Buenos Aires, Argentina)




rosa temprana
moja su piel rocío
esta mañana



dice la piedra
sola junto al arroyo
escucha el agua



quieta la tarde
el sol mece en los tilos
surcos del aire



la luna roja
el monte de naranjos
quema azahares



alta la luna
el pueblo se hace blanco
la tierra sueña





Barbarroja
(Cádiz, España)




Agita sus alas
la mariposa inquieta,
hoja de arce.

- En este haiku el autor hace detener el vuelo de la mariposa y, como un pintor expresionista, busca insertarla en el paisaje que desea recrear en el lienzo, como parte del árbol, pero ella guarda su identidad ante el proceso de asimilación artística. -- Daniel



Atardece,
los girasoles tristes,
cabizbajos.

- Sin mencionar colores ni luz, el poema está lleno del colorido del ocaso. El declinar de la tarde es un contrapunto del cansancio de los girasoles que algo dicen del estado de ánimo de quien los mira. -- Anathroon



Deshacer la tarde
la paciencia derruída
escuchando llover.



Pintadas de ocre
marchitas de silencio
sin ser otoño.



El mar murmura
mi espíritu se apacigua
el sol se extingue.

- Es el ocaso, en que todo se serena y tranquiliza: la animosidad, el espíritu, la vida. -- Chiruca Díaz





Beto Quelhas
(São Paulo, Brasil)




el colibrí escribe
en la losa del aire
- ¡estoy feliz!



amé a una rosa
en verso y prosa
que no se abrió



suerte tienen los ríos
ellos bien saben
para dónde correr

- Los ríos siempre llegan al mar y de vez en cuando nuestras vidas van contra la corriente. -- Chiruca Díaz



madrugada
¡silencio!
cantan zapatos

- Revelación. Síntesis. Sin la métrica tradicional, es innegablemente un hermoso haiku. -- Anmario Ifrán de Ronda



las palomas
picotean
el suelo carcajea



el destino del polen
insectos y vientos
que escogen





Blanca Bengaray
(Caracas, Venezuela)




¡Ven, niña mía!
secaremos tu llanto
la luna y yo



Dos cintas rojas
atando las crinejas
de la inocencia



Teje que teje
la araña en su telar
busca su centro



Hueles a melao,
a fogón encendido,
hueles a risa





Carlos A. Saavedra Castillo
(Estado de México, México)




"La noche"

Bosque de estrellas,
tapiz de terciopelo,
niebla de penas.



"La luna"

Astro entre la lluvia.
Avenida de silencio
en el final del día.

- Hermoso haikú que describe la luna con gran poesía y metáforas muy afortunadas y auténticas. Sentimientos guardados que afloran en el poema. -- Olga Ortega Charles



"El mar"

Llanto y canto
entre las aguas,
noche de mil sirenas.



"Lago"

Nocturno hielo:
un cielo de plata se refleja
en el cristal de tus aguas.





Carlos Cadáver
(Caracas, Venezuela)




Pez sin escamas,
ya no estás en el agua.
Sartén helada.



Las horas pasan
a través de tus hojas:
árbol eterno.



De frente al mar
tus calles lloran fados.
Triste Lisboa.





Carlos Elio Blasco
(Neuquén, Argentina)




pálida luna
suave brisa y perfume
tu piel anoche



miro tu rostro
un libro de poemas
entre mis manos





Carlos Reyes
(Rep. Dominicana)




Dice la lluvia
que triste es mi canto
sobre el asfalto



Cielo de plomo
mudos, grises relámpagos
tristes palomas



Las cinco en punto
madrugadas y lagartos
también copulan



Mar, gaviotas, sol,
viento, blanca espuma:
pero ¡estas rejas!

- De qué sirve la naturaleza si a veces estamos presos dentro de nosotros mismos. Hermoso y nostálgico a la vez. Desde el momento en que ve las rejas podrá quebrarlas... -- María Cristina Parada
- Verano, vacaciones, estío... pero siempre con el corazón atado. -- Chiruca Díaz



Risa de muelle:
susurro de las barcas
cuando se besan



¡gorriones nuevos!
en la antigua cornisa
sigue la vida

- Este haiku representa algo muchas veces observado y por lo que siento gran afinidad, los gorriones simbolizando la continuidad y adaptación de una especie, en apariencia frágil, a la vida. -- Maramín





Catu Paz
(Buenos Aires, Argentina)




Aún se escucha
el eco de tus latidos.
Aquí hace frío.



Delicado y poderoso
desde la cocina
el aroma del café.



Comparten fogosos
ardientes caricias.
Al viento los lirios.



Terreno fértil.
Pequeños pensamientos
asoman sus retoños.





César Bianchi
(Buenos Aires, Argentina)




"Del mar"



el mar que pinta
los pies sobre la arena
brillan a espuma

- Intuitivo, original, dinámico. -- Anmario Ifrán de Ronda



tras esa barca
el viejo marinero
navega y sueña



gaviota lejos
el mar sueña contigo
se acorta el cielo



tú ya partiste
en el cielo una estrella
brilla lejana



barco pesquero
tormenta sobre el mar
mujer que espera

- Ejemplo de una perfecta asociación de elementos naturales desencadenados con los sentimientos que producen. -- Yaco Zisman





Chiruca Díaz
(Valparaíso, Chile)




La luna... su luz
las estrellas titilan
dos se estrechan





Daniel
(Ohio, Estados Unidos)




Eres, barranco,
el frío testimonio
de la tormenta.



Saltan las alas,
los árboles exhalan
confeti blanco.



Las horas blandas
calientan sus siluetas
al atardecer.



Las costureras
remiendan las sábanas
con sus lágrimas.

- Lo entiendo y me identifico con el contenido. -- Blanca Bengaray





David Collazos
(Lima, Perú)




Un hombre va
por la neblina, es sombra.
Luego es neblina.

- Este es el mejor haiku. Hay serenidad y movimiento armonizados. La pausa del segundo verso es la que logra que se profundice aún más en la quietud de la imagen captada. Ahí se sitúa el corazón del haiku. La repetición de la palabra neblina junto con la palabra sombra sugieren la monocromía del invierno. Por su densidad de significado (ninguna palabra sobra) y la pausa, que abre un "vacío temporal", estamos ante un haiku difícil de crear. Es una obra maestra. -- Setsufu
- En este haiku se da una pluri-significado, porque muy bien puede ser el paisaje noctuno de la silueta humana siendo devorada por las fauces de la penumbra por el efecto del movimiento, como puede tratarse también de una transición metafísica entre la vida y la muerte. -- Daniel



Suena el piano,
y yo quiero atrapar
el aire, el aire.



Viejos zapatos,
la curva del camino:
árbol creciente.



Aun en las rosas,
se ocultan los vientos
de tu honda voz.



Montes se cubren
en nieve, por temor
sólo al frío.



El aire mece
diamantes en el lago:
- ¿Por qué el adiós?





Edgar Norabuena Figueroa
(Ancash, Perú)




Al lago quieto
cae una hoja seca
ondas de otoño



Llovizna azul
las hojas cogen perlas
jardín mojado



Zumba la abeja
despertar de jazmines
juegan los niños



Puente de piedra
va por debajo el río
pasa la vida





Eldo
(Huesca, España)




junto al pozo
la higuera y un jilguero
cantando



los viejos chopos
deshojan la tarde
amarilla

- Sencillez. -- Fernando López Rodríguez



Lucas, el pastor,
camina entre el polvo
de su soledad



sobre la rama
desnuda por el viento
un cuervo negro



un perro ladra
al sol que se esconde
tras la montaña

- ¡Muy descriptivo y poético! -- Blanca Bengaray
- Imagen particularmente intensa y generadora, a mi entender, de una amplia gama de posibles sentidos. -- Sergio García Clemente



melocotonero
noche, pájaros dormidos,
cuánto silencio





Félix Arce Araiz
(Soria, España)




viejo puente
sólo arena en los ojos
el tiempo fluye



estrépito
al calor un lagarto
entre las lápidas

- Pura observación: el mínimo detalle convertido en "estrépito" a los ojos del poeta. Es un estrépito visual (la blancura de las lápidas al sol en contraste con el oscuro lagarto) aunque podría ser también moral (placidez del inconsciente lagarto en un espacio sagrado). -- Nanook



miles de huellas
en el largo camino
tan solitario



dos alas tenues
la tarde se detiene
sobre tu hombro



florece el lirio
al borde del invierno
florece y olvida



está en el aire
lluvia sobre la tierra
ese olor...





Fernando López Rodríguez
(Valle del Cauca, Colombia)




A la huella del perro
le falta una hoja
para ser una margarita.



Cuando el pájaro canta
parece que de su pico
brotara el agua.



El silencio vive
en las pisadas
del gato.

- Los haikus de Fernando son tan sencillos y tan profundos a la vez... que llegan hasta el fondo del alma. En tres líneas un largo viaje. -- Mariu Quiroga



Más grande
que sus plumas:
el canto del gorrión.



También con el tiempo
los cordones
se cansan de amarrar.





Frutos Soriano
(Albacete, España)




pequeñas vidas:
adheridos al muro
los caracoles



hacia el trabajo:
en el bordillo crece
una amapola

- En la rutina del camino cotidiano, cuando menos se espera, la poesía en forma de improbable amapola, le recuerda al poeta que lo es. -- Anathroon



la mariposa
busca en vano una flor
sobre la acera

- Nunca mejor descrito el drama urbano. -- Blanca Bengaray
- Estoy viendo a la mariposa aletear por la desnuda acera en busca de una flor donde posarse. Impresionante a mi forma de ver. -- Maramín
- Tristeza, la mariposa perdida en un sitio que reemplaza a la naturaleza. -- Yaco Zisman



tras el piropo
de los chicos, sonríe
embelleciéndose

- Este haiku no sólo capta un momento, sino que capta un movimiento anímico, un cambio de estado. Por demás el lector debe completarlo, pues ¿quién sonríe? -- Rafael García Bidó



sabe a lápiz
el agua de la fuente
¡mi infancia!



quieta en el sol
mi pequeña maestra:
salamanquesa





Gloria Benítez
(Buenos Aires, Argentina)




flores de cerezo
lloviznan sobre el lago
vaivén de cristal



hoja de otoño
tras un rojo atardecer
danza en el viento



sobre la huella
que quedó del pasado
sólo el viento

- Aunque el último verso no se ajusta a la métrica tradicional, la imagen es bellísima. -- José Luis Gamboa



llama la alondra
lamento de soledad
al amanecer





Graciela Chisty
(Entre Ríos, Argentina)




Escalofrío.
Golondrina nocturna,
oh, murciélago.



Estación diurna.
Viajeros de la noche:
hemos llegado.



Pálido farol
en la noche de lluvia:
casi diluído.



Quebrado el tiempo,
las bandadas emigran:
sol en vigilia.

- Haiku hecho de tiempo. De tiempo quebrado por el sol, la vigilia y las bandadas que huyen. -- Anmario Ifrán de Ronda



Un remolino:
encuentro de dos vientos,
polvo sin rumbo.





Guido Riggio Pou
(Santiago, Rep. Dominicana)




Las grullas danzan.
Se inicia el cortejo
de la vida.



La flor de loto.
En su sueño de aguas
habitan los dioses.



La luna llena,
en su sueño de sol
llega al bosque.



Se ha ido el jardín,
la niebla le ha llevado
a sus mansiones.



Teje la araña
su palacio de cristal.
Trampa mortal.





Guillermo Fontes
(Santa Cruz de Tenerife, España)




Sobre la arena
la mujer con sombrero
espera al mar.

- Humano, marinero, bellísimo. -- Anmario Ifrán de Ronda



Sobre la arena
cuatro huellas de pies.
Dos son de niño.



Aquella luz
me indicaba el camino
de vuelta a casa.



Olí tu ropa.
Mis lágrimas quedaron
en la gaveta.

- Haiku logrado, natural, que expresa un fuerte sentimiento amoroso de alguien que perdió un gran afecto. -- Yaco Zisman





Igor Grohar
(Buenos Aires, Argentina)




Tus ojos grises
lloran ausencias tristes
en el ocaso.



El perro ciego
perseverante y fiel
contempla la luna.



Oí la campana.
Ecos ausentes, tristes
en la mañana.



Espero tu luz,
luna clara oculta,
pupila clara.





Insomnio
(Jaén, España)




Soñar contigo,
y para abrir la flor
soñar contigo.





Jordi Climent Botella
(Barcelona, España)




día de invierno
una última gardenia
expira su aroma



tediosa rutina,
nunca en cada instante hubo
tanta eternidad.



alas raquíticas
aletean furiosas
bochorno estival



loca ebriedad,
hombres y moscas comparten
ciegos hábitos



tumbado al sol,
olas furiosas besan
la arena blanca





José A. Fernández Sánchez
(Barcelona, España)




Alfombra de hojas.
Infinitos colores
en la retina.



El sol se esconde.
Una lluvia impetuosa
anega el campo.

- La fuerza de la naturaleza expresada en dos hechos cotidianos, pero no triviales. -- Néstor Mercuri



Cae una gota,
me despierta el rocío.
Viene el otoño.



Hojas sin árbol
en el suelo caídas,
hojas sin vida.

- Contiene mucho del drama de la vida. -- Blanca Bengaray



Peces del río
saltan para beber.
Lluvia de lluvia.

- Lluvia de lluvia, imagen original y bella. -- Anmario Ifrán de Ronda



Cae una hoja
bajo el sol del otoño.
Rumor del árbol.





José Luis Gamboa
(Málaga, España)




Esboza el viento
un nuevo otoño: nubes,
hojas caídas.

- La esencia de haiku. No se puede sugerir más en 3 versos a partir de una experiencia sensorial. La personificación es muy afortunada (viento que esboza el otoño) y esconde sutilmente la visión propia y el ánimo del haijin, que hace nuevo un otoño de, sin embargo, viejos elementos: nubes y hojas caídas. En la línea de sus otros 2 excelentes haiku, el autor trasluce una gran capacidad de fascinación por el mundo que le rodea. -- Nanook



Día de lluvia:
parecen, aun los árboles,
ensimismados.

- Este haiku destaca por desvelar en la imagen captada el estado anímico del autor de un modo impersonal. Además, en la ambigüedad que destila, no sabemos en qué estación situarlo: puede ser otoño, más bien a finales; aunque más probable en invierno, ya que los árboles desnudos bajo un cielo gris parecen "ensimismados". Con palabras sencillas y la imprecisión del tercer verso ha surgido un buen haiku. -- Setsufu



Queda el perfume
-césped recién cortado-
como don último.





José Martel Moreno
(Las Palmas de Gran Canaria, España)




El oleaje
lleva el agua a la orilla.
Franja de espuma.



Deja que el sol
ilumine tu cara
por un instante.



Cae la lluvia
con ritmo desigual
sobre la tierra.

- Haiku perfecto, milagro de percepción y de sencillez en la forma. Demuestra hasta qué punto los 3 versos pueden formar un engranaje poético unitario e inevitable (sin la segunda línea estaríamos hablando de un haiku infantil de puro evidente). -- Nanook



Una paloma,
bregando con la lluvia,
se vino al suelo.





Josemi Blanco
(Tarragona, España)




¡Ya es primavera!
Bandadas de aves
muestran la senda del sur.



Piedras que callan,
de ancestrales batallas,
un cruel clamor.



Noche serena.
Aterido -al raso-,
crepitar de estrellas.



Vivos colores
tapizando la muerte:
setas de otoño.



Tarde otoñal.
Sólo el viento acompaña
mi desolación.





Juan Olivares
(Madrid, España)




Gota de lluvia
en el brote otoñal
de las hierbas.



Saltito a salto
los gorriones discuten
las migajillas.

- Imagen muy vívida y enraizada en la tradición del haiku. -- José Luis Gamboa
- Es cariñoso, humano, con mucho humor. -- Blanca Bengaray



La urraca
con su vuelo dubitativo
salió del matorral.



El vuelo de la mariposa
azul, en búsqueda de
su alimento.





Liliana Ortiz
(Buenos Aires, Argentina)




Sobre las hierbas
caen blancos plumones
buscando abrigo.

- Descripción sencilla y pura plena de poesía. -- Olga Ortega Charles



Árbol desnudo
espía en aguas niñas
tenue tiritar.



Perfume a hierbas
tomillo, romero, salvia,
ramo de novia.



Campo de fuego
sonrisas de amapolas
en brisa fugaz.



Bruma dormida
sobre garzas de seda,
sueños rosados.



Vuelo rasgado
voz de gaviota al viento,
tulacuarela.





Locritsba
(Mendoza, Argentina)




Ya nada importa...
sólo tus pies desnudos
sobre los míos



Hay un narciso
marchito en el florero
¡cuánta tristeza!

- Locritsba me gusta mucho por el gran paralelismo que encuentro entre sus poemas y la sensibilidad que los anima y los míos: creo que trata de aprehender la estructura formal del haiku y dotarla de un contenido configurado básicamente por la propia subjetividad (por ejemplo, haikus número 2 y 5). -- Sergio García Clemente



Granado en flor:
por la ventana miro
y está Li Po

(Li Po: poeta chino del siglo VIII, dinastía Tang)

- Guarda la esencia del haikú. -- Fernando López Rodríguez
- Pese a un detalle de métrica, combina el momento actual con el conocimiento del arte y su historia. -- Néstor Mercuri



Es nochebuena
pero la noche es mala
y sin estrellas



Cada mañana
entra una pena azul
por mi ventana



En este sitio
y en este momento
escribo un haiku





Luis E. Mejía Godoy
(Managua, Nicaragua)




Vuelve a llover
en la montaña seca
verde nostalgia



Bajo un almendro
a la orilla del mar
soy un bolero...



Se oye en el cielo
un solo de tambores
concierto de agua



Como el malinche
para vos florezco
¡desangrándome!

(malinche: nombre que recibe en Nicaragua el flamboyán)

- Creo que se refiere a esa soledad del alma que muy pocas veces puede ser llenada por alguien, mas en el intento igual "florece" a pesar de su desgarro interior. -- María Cristina Parada





Luis M. Saavedra Saldívar
(Estado de México, México)




En viejos cedros
se esconden corazones
de azules cuervos.

- Lo escogí por la belleza estética de su propuesta. Le da otro sentido al simbolismo del cuervo, porque siempre se le representa como el ave del mal agüero, pero el autor lo enfoca desde el ángulo donde se deja ver su amor por la naturaleza de manera íntegra. -- Daniel
- Redondo y bien logrado haikú que se puede considerar clásico. -- Olga Ortega Charles





Luis Paz
(Madrid, España)




Recojo frutos
de vainas exhaustas;
cae octubre



Gota de lluvia
acecha de nuevo
en lo gris de lo gris





Manuel López Gil
(Madrid, España)




"Oscuridad"

Oscuridad.
La llama de una vela
rompe el silencio.



"Mar"

¡Calla! ¡Escucha!
El mar hace el amor
entre las rocas.

- Cierro los ojos y encuentro la imagen. -- Fernando López Rodríguez



"Trucha"

Bajo la piedra,
el baño de la mosca,
la trucha espera.



"Pétalos"

Frágiles pétalos
que abandonan la flor
y el aire aleja.



"Ranita"

Me gusta verte,
rana de San Antonio,
pegada al junco.



"Flores amarillas"

Tras el incendio,
las flores amarillas
crecen de nuevo.

- Morir y renacer, la eterna trascendencia... muerte y vida, la paradoja constante. -- Chiruca Díaz





Mar
(Zaragoza, España)




"Haikus de otoño y una luna"



canta la rama
sinfonía de colores
junto al jilguero

- Hermoso impacto poético con un ejemplo de sinestesia por transposición de una sensación de colores a una auditiva. -- Yaco Zisman



sendero de hojas
que el bosque ha dorado
desnudas las ramas



fuego en el bosque
el otoño ha traído
las hayas rojas



se va la luna
espero su vuelta
veintiocho días





Maramín
(Valencia, España)




Bosteza el agua
en los remansos quietos
de los marjales.

(marjal: terreno bajo y pantanoso)



Crece la hiedra,
traza sus arabescos
sujeta al aire.

- Imagen muy hermosa. -- José Luis Gamboa



En los maizales
estorninos y tordos,
comida gratis.

- Este haiku despide vida y alegría. Ha captado el instante con la frescura de un niño. Todo el haiku late de vida: la vida sencilla, natural, la única que logra la felicidad. Además hay una policromía (amarillo, verde, negro...) que hace resaltar el dinamismo (movimiento) de la escena. Es un haiku maravilloso, leerlo una y otra vez vivifica el corazón. Maramín tiene luz en sus haiku. Gracias. -- Setsufu



Juega la rana
saltando de hoja en hoja
verde-amarilla.

- Haiku cercano al mundo de los niños (ese maravillarse por el color de la rana). -- Frutos Soriano



Calor de estío
taladran mis oídos
son de cigarras.





Marcelo Gobbo
(Buenos Aires, Argentina)




El bosque roza
la espuma de la orilla.
Besos de agosto.



Cuelgo una foto.
La pared que me muestra
su desnudez.



Del mar en calma
huye el sol que se agita
sobre las dunas.



La ola rompe
y el follaje murmura.
Restos de un nombre.



Sobre la página,
las letras sólo anhelan
dejar de ser.





Margarita García Zenteno
(Estado de México, México)




Entre las ramas
corazón palpitante
es la manzana.

- Imagen bella y poética, como en sus haiku nº 4 y 5. -- María Sánchez Ortiz



Tarde y arena:
el cielo en el desierto
sangra su pena.



Vaivén de sombras:
la noche anda en el mar
llorando a solas.

- La autora transmite el mar propio, el que lleva dentro de sí. -- Olga Ortega Charles



Noches de bruma,
son las olas que bailan
entre la espuma.



Está la luna
viéndose en el espejo
de la laguna.

- Sencilla y natural constatación de un hecho, me parece un haiku perfecto a pesar de la rima. -- Maramín



En la montaña
la luz viste de verde
sobre la caña.





María Cristina Parada
(Buenos Aires, Argentina)




cómo explicar
el rojo que yo veo
sin la palabra



la hierba buena
suele saber dormida
quién la habita





María Sánchez Ortiz
(Sevilla, España)




"En la playa"



¡Qué sinfonía!
El rumor de las olas
naciendo el día.



Entre las olas,
juegan al escondite
las caracolas.



La mar serena.
El sol brillando ardiente
quema la arena.



Fuego parece.
Sol en el horizonte
cuando atardece.



Callada queja
la de la caracola
que la ola deja.

- Bella imagen en este haiku playero, hace recordar a la caracola que nos canta en el oído el son del mar. -- Maramín
- Una síntesis con una metáfora que no incomoda. -- Néstor Mercuri
- Simple, sencillo y fresco el haikú de María. -- Olga Ortega Charles



Junto a la orilla,
paseos por la noche.
La luna brilla.





Mariu Quiroga
(Madrid, España)




Mar en calma.
Espejo húmedo la arena
del cielo ámbar.



De rojo fresa
surge de la tierra fresca,
¡muscaria traviesa!

(Amanita Muscaria: seta muy llamativa y hermosa, pero venenosa y alucinógena)





Mavi
(Murcia, España)




Paso a nivel;
dos trenes que se cruzan
hacia la noche



Aquellas nubes
que pasan sin caer
también son lluvias

- Tono melancólico, muy acorde con este tipo de poema. -- José Luis Gamboa



Jazmines secos
a la suerte del mundo
abandonados



Un solo crac
la taza hecha pedazos
contra el suelo



Ni eso que llamas
tu corazón, es tuyo:
nieve otoñal



Niebla en el pueblo
deshaciendo las casas
del barrio pobre

- Me recuerda a Ryôkan. Piedad, compasión. -- Frutos Soriano





Méliès
(Sevilla, España)




Abro vainas de
guisantes con mi abuela.
Un gusano blanco.



Ojos de niña.
El gorrión huyó
de su jaula abierta.

- Imposible entender este haiku si no se apresa, precisamente, lo que en él no se dice. ¿Ha llegado la niña siquiera a presenciar la huida? ¿Acaso es necesario describir esos ojos que contemplan la puerta abierta de la jaula? Todo queda a merced del entendimiento del lector. -- Nanook





Nabel
(Vizcaya, España)




Árbol nocturno
en mi oscura soledad
regalas luna



Debilidad
el trueno me despierta
duerme debilidad



La mariposa
sobre mi hombro descansa,
qué privilegio

- Lo podía haber escrito igualmente San Francisco, o Issa. Reconocimiento de la dignidad de lo pequeño. -- Frutos Soriano



Se nubla el cielo
a veces se nubla
y mi emoción



Canto con el mirlo
buenos días amanecer
¡buenos días!





Nanook
(Sevilla, España)




¿también tú
diminuto ciempiés
perdiste el camino?

- Muy emocionante para mí, me recuerda mucho a Issa, mi autor de haiku preferido. -- Sergio García Clemente



en el jardín
el rosal florecido
ahora comprendo



crecen hierbajos
por donde nadie pisa
y a veces flores

- Haiku de caminante, digno de Bashô. -- Frutos Soriano
- Considero este haiku un ejemplo de lo que Bashô decía: "yoku mireba..." ("si miras bien..."). Pero además de ser una bella y sencilla imagen, este haiku transpira compasión. No es sólo compasión por las plantas (hierbajos y flores), sino por los seres humanos. Sugiere que vayas a ver los hierbajos (¡por qué destilan soledad? Empatía con el haijin) y si ellos no te calan, alguna flor lo hará (para apreciar lo feo pocos hay, sin embargo...). Precisamente, en el tercer verso se transpira esa "flor" de compasión. Está en el mismo sentimiento de humilde sencillez del haiku "para admirar..." -- Setsufu
- Este haiku me atrae por su falta de pretensiones. Las cosas tal como son. Hay una profunda poesía y una sorpresa (a veces flores) por demás muy natural. -- Rafael García Bidó



también este año
se deshoja el membrillo
mundo de paso

- Nanook es quien, en mi opinión, con mayor maestría aborda el haiku desde su perspectiva más "clásica". Su cuarto poema es un buen ejemplo de esto, refiriéndose al tema de la impermanencia con gran claridad y saber hacer. -- Sergio García Clemente



junto al estanque
sin nada que ofreceros
patos del alba



luna de agosto
un grillo que canta
¿cuántos que callan?

- Lo siento como que sólo una persona entre muchas aprende a vivir. Otras... muchas, quizá sólo dejan que el tiempo pase y se amoldan a la rutina que todo lo empaña y mata. -- María Cristina Parada
- Me hace pensar que la mayoría suele ser mayoría silenciosa. -- María Sánchez Ortiz





Néstor Mercuri
(Salta, Argentina)




copete marrón
trino libre y señor
salta chingolo

(chingolo: ave típica de América, similar a un gorrión, con un simpático copete marrón y una banda negra en la base)



bollo de lanas
alboroto y caza
¿juega el gato?



charquito de luz
el salto de la rana
tu luna quebró





Ojos Tristes
(Puebla, México)




¡Llora un lirio!
sólo gotas de agua;
perlas muertas.



Risa de niños;
diminutas flores
en mi desierto.

- Expresión de profunda soledad compensada por la alegría contagiosa de la risa de los niños o cuando observa la belleza de una flor. -- Yaco Zisman





Olga Ortega Charles
(Estado de México, México)




"Luciérnaga"

Faro volante
que salpicas
las olas del viento.



"Lombriz"

Ciega espiral que drenas
la noche rugosa
de una maceta.



Nieve en el alba:
fuga de palomas
en el alfil del día.



Luna, ave de luz
que busca
un tálamo de noche.



Luctuoso velo,
las garzas morenas
cruzan el cielo.



En la laguna
prenden los pescadores
trozos de luna.





Oriana Letizia Barsami
(A Coruña, España)




prodigiosamente viva
no siento sobre mí
caer la nieve que cae





Pakouru
(Monterrey, México)




Cerezos en flor,
murmullo de primavera.



Cántico de aves,
alegres anuncian
tu llegada.





Palmira
(Valencia, España)




Trénzame el pelo,
que sienta los tirones
de tu cariño.



Tiene la noche
la redondez azul
de las hortensias.

- Somete la enormidad cósmica de la noche a la sencilla lógica de una flor. Es la hortensia la referencia de la noche, es la noche la que se inspira en la flor. -- Anathroon



Todos en fila
se duchan en la lluvia
los gorrioncillos.

- Capta perfectamente el instante, transmitiendo ternura. Recuerda a Issa. -- Frutos Soriano



Sobre el tomate
hila fino el aceite
su filigrana.

- Cotidiano, sabroso y real. -- Néstor Mercuri



De un golpe baila
la botella en la mesa
medio bebida.



Es primavera.
El árbol florecido,
tu mano yerta.





Pedro Tejedor Ruiz
(Cádiz, España)




En el frescor de la noche
dos amantes
buscan su lugar



Orillas del tiempo,
bañan tus arenas
olas de recuerdos





Rafael García Bidó
(Santo Domingo, Rep. Dominicana)




Mañana fría.
Un olor a café
da los buenos días.



Terraza arriba
con multitud de estrellas
está la noche.

- Este haiku destila frescor. ¿Quién en verano no ha salido a la terraza, se ha tumbado y ha contemplado las estrellas ensimismado? Quizá alguna ráfaga de aire fresco mueva las sombras; a lo mejor alguna estrella titila. Aunque sólo sea la inmensidad del cielo nocturno, con la miríada de estrellas ya tienes el frescor. La inmensidad delicadamente sugerida hace de él un buen haiku. -- Setsufu



Llueve con sol.
En las gotas brillando
ríe el verano.



El viejo estanque.
No ha saltado el sapo,
el agua suena.



Bajo la sombra
de tus pestañas, ¿cómo
se verá el mundo?



Octavo piso.
Por la ventana abierta
sólo horizonte.





RaGefoRst
(Estado de México, México)




el pino crece
mientras yo
inútilmente caigo



morir por amor
como saltar al vacio
el roble siempre fijo





Raijo
(Murcia, España)




Bajo la lluvia,
el manso gotear
de la arboleda.



Ese aire esparce
el polvo del camino
por los regadíos.



Suena el postigo;
en el cuarto encerrada
queda la penumbra.

- Acotar así la oscuridad, la penumbra, hace que nos conmovamos por ella, que experimentemos piedad al sentirla prisionera. Nos parece que la penumbra fuera capaz de sentir soledad. -- Anathroon



De su rostro cae
una gota de lágrimas:
se aleja el llanto.



Ah, el lucero;
mientras rotan los astros
ha amanecido.



A cada trazo
del dibujo en el muro,
un sonido acaba.





Santhyago Gaviota
(Lima, Perú)




rojo crepúsculo
ulula azul el viento
canción violeta



llega el hermano
un solitario pino
abre sus ramas



entre el charco oscuro
croa una rana gris
su rezo blanco



de calor huérfano
triste trina el pichón
llanto de niño



trina el jilguero
de pronto irrumpe el trueno
sigue trinando



luna de nácar
croa la anciana rana
verso y camino





Sergio García Clemente
(Santa Cruz de Tenerife, España)




Poco a poco
la mañana florida
se deshoja.



Tarde lluviosa:
los charcos recorro
buscando mi rostro.



¿Con qué derecho
dejé caer mi mano
sobre el mosquito?



Luna llena:
hilos invisibles
nos sostienen



Miro con envidia
cómo la mariposa
suelta su lastre.





Setsufu
(Madrid, España)




No sé por qué
siempre se oye de lejos
cantar al cuco.



En pleno monte
parecen romper olas:
voces de pinos.

- Sigo buscando la palabra "viento" en este haiku. Dicho de otro modo: de cómo un sujeto poético como el viento puede engendrar olas y voces de pinos para luego, silenciosamente... ¡desaparecer del poema! -- Nanook



Arroyo vernal.
Hay flores sobre el agua
cerca del puente.



Titila el sol
que filtran los alisos
sobre la poza.

- Veo ese reflejo en la poza, está en sombra y el agua es fría, un perfecto día de primavera a media tarde. -- Alberto Montero Gil



Tras el incendio
aún le queda verdor:
Pino Solitario.



Al brillo del sol
en las piedras del río
se van los peces.





Soledad Jiménez Zubillaga
(Ciudad de México, México)




Lengua de ave
colibrí de deseo
mi pezón besa.

- ¡Es maravilloso cómo en sólo tres líneas se puede expresar tanto! Más que un haiku erótico lo siento como la máxima expresión de la libertad. -- María Cristina Parada



La mandarina...
el rocío de su gajo
¿qué te semeja?



Testo tu hombría
como el preciado obsequio
de dos biznagas.



Mínimo aroma
el lychee de tu pene
en que me embebo.



Noche de ausencia
mi cabeza en su almohada
me come viva.

- La intensidad erótica y amorosa de este poema toma su energía de la sutil evocación del amado. No hace falta nombrarlo ni calificarlo: el amado "es" en la almohada. -- Anathroon



En esa sombra
de mantis religiosa
me reconozco.





Sylvia Simonet
(Salto, Uruguay)




Sol de la tarde,
caracol que se arrastra
rumbo al ocaso.



El viejo puente,
a horcajadas sobre el río,
mira las aguas.




"Haiku de las estaciones australes"



Mediodía del sur.
La crueldad del sol, impía,
raja la tierra.



Cielos húmedos
y misterios de otoño.
Brotan los hongos.



Tallos que curva
el frío viento del sur.
Invierno austral.



Dulce septiembre
concede a mi esperanza
brisas y flores.





Verónica Wiedrich
(Buenos Aires, Argentina)




El sol que huye
fugaces alas tiernas
de luz escapan.



El lago negro,
la cima que anochece,
la luna blanca.



El beso irrumpe
los cuerpos se entrelazan
¡feliz, el alba!



Son cristalinas
las nocherniegas aves
de tus pupilas.



La gota cae
los pétalos la atrapan
aurora avanza.





Xalethia
(Ciudad de México, México)




Para tu vuelta
en el alambre tiendo
los nuevos soles



Con piel tostada
labrando a México
rascan la tierra



Siempre erectos
se desangran al abrir
mis tulipanes



Acuarela llora
en imágenes claras
...el pincel gime



Nubes peinadas
cubren tristeza
sobre el verde





Xosé Lois Ferreiro
(Madrid, España)




Hormigas rojas quietas:
silencio
y sangre en la arena.

- Conoce la filosofía del aquí y el ahora. -- Fernando López Rodríguez



Se lamenta el viento,
se mece el rosal,
se detiene el tiempo.



Sobre el cerezo
gorriones de hoy,
cerezas de ayer.



Un ciempiés
sobre el cristal:
ejército de silencio.



En el huerto
dulces fresas rojas:
lluvia de hormigas.



Abejas de miel
sobre la higuera:
tiempo de Amar.





Yaco Zisman
(Berna, Suiza)




Estrella fugaz
veloz como el viento
el cielo huye



Rosa pensada
no marchitará nunca
en quien la piensa



Por mi ventana
entró una magnolia
fragante luna



Noche abierta
los duendes resbalan
en rayos de luna



Se va el viento
dejando un suspiro
se quebró la flor



Danzan su danza
sobre techos sedientos
duendes de agua