El Tablón 2002 - Primer Semestre
- Resultados del semestre -
1. Votación popular
2. Opiniones de los expertos invitados:

Pedro Aullón de Haro

Ricardo de la Fuente

Vicente Haya

Fernando Rodríguez-Izquierdo

Carlos Spinedi


3. Interpretación haiga:

Liliana Ortiz





Votación popular

(entre todos los autores participantes)


Total de votos emitidos: 33



Haikus individuales



1
10 puntos


Jorge Martínez Ruiz
(Morelos, México)

Bebes y dejas
en el vaso un beso
que me bebo yo.



2
9 puntos


Andrés R. Blanco
(Madrid, España)

Anciano, dime:
tu barba y tus arrugas
¿son sólo tiempo?



3
8.5 puntos


Mahonrry Hidalgo
(New Jersey, Estados Unidos)

Me haces falta
y no me queda más que
contar sílabas




Autores



1
15 puntos


Jorge Martínez Ruiz
(Morelos, México)



2
14.5 puntos


Andrés R. Blanco
(Madrid, España)



3
12 puntos


Palmira
(Valencia, España)



Nanook
(Sevilla, España)





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Selección y comentarios de

Pedro Aullón de Haro


Haikus individuales



1


Rafael García Bidó
(Santo Domingo, Rep. Dominicana)

Ocho teticas
para cuatro perritos.
Nadie se queja.


La intensidad emocional perfectamente conjugada con la percepción aguda de lo que sucede en este pequeño acontecimiento de valor común permanente y, además, universalizable; recurriendo a la memoria o a la imaginación, en ambos casos con éxito constatativo.


2


Raijo
(Murcia, España)

De viento que se va
está hecho ese vuelo
de hojarasca.


El régimen métrico no exacto, excelentemente compensado y superado por el movimiento completo de la significación del poema en coincidencia con el movimiento de la frase, única, remitiendo a un universo temático no ajeno a la tradición jaikista pero tampoco dependiente de un tópico excesivo.


3


Sergio García Clemente
(Santa Cruz de Tenerife, España)

Camino solo
nada me alegra más
que mi compañía


El ejercicio de la autoconciencia y la captación de sensaciones introspectivas se reúne aquí con la tradición del camino oriental y occidental, especialmente machadiano, rememorando el proverbio y accediendo a un aspecto temático no reiterado.



Autores



1


Euzkera
(Jalisco, México)


Euzkera tiene el valor de conjunto de la exploración temática ambiciosa y coherente de los fenómenos eróticos, escasamente indagados en el género del jaiku. La originalidad se amplía por la poco frecuente disposición de un sujeto poético femenino.


2


Beto Quelhas
(São Paulo, Brasil)


Beto es capaz con muy pocos elementos de efectuar un sano y penetrante ejercicio de experimentación formal sin prejuicios ni tradicionalistas ni neovanguardistas. Hay una personalidad jaikistamente muy definida y que demuestra gran capacidad de aplicarse a gamas de realidad muy diversas.


3


Soledad Jiménez Zubillaga
(Ciudad de México, México)


Soledad une el desparpajo de la vida amorosa a unas formas de composición estrictamente jaikistas en su resultado, pero técnicamente diversas dentro de la más pura ortodoxia de la disposición o estructura del texto. Temáticamente no parece que tenga adscripciones. Alterna lo elusivo y lo constatativo.



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Selección y comentarios de

Ricardo de la Fuente


Haikus individuales



1


Esmeralda Loyden
(Ciudad de México, México)

Lirio en el pasto
ocaso de la hierba
¡melancolía!


Es un poema complejo, cuya base está en el último verso, pero que parte de la imagen del lirio que se destaca entre la hierba. Su blancura y aislamiento hace que sólo se le perciba a él y no la verde hierba que le rodea.


2


Ignacio Maya Romero
(San Luis Potosí, México)

"Infancia"

los girasoles
tiernos niños insomnes
entre las flores


Este poema de Ignacio Maya Romero, que también podía entrar entre los poetas seleccionados, es muy hermoso y lo considero un hallazgo, además de un ejemplo precioso de lo que puede llegar a dar de sí un poema tan sintético como éste. El poema se basa en una imagen que remite al poeta a la infancia: los girasoles, que se metaforizan, en el segundo verso, en niños insomnes y que contrastan con las flores.


3


Josemi Blanco
(Tarragona, España)

Risas de niños.
Jugando en el jardín,
mil mariposas.


Este poema de Josemi Blanco juega con la doble imagen de un suceso cotidiano y su transmutación en la la metáfora que se predica del acontecimiento, en este caso, además, apoyada en un elemento natural como la mariposa.



Autores



1


Aki Sanz
(Cádiz, España)


Aki Sanz ofrece haikus que nos remiten a la esencia de lo que es el género: una imagen que apresa un instante fugaz.


2


Carlos A. Avilés
(San Germán, Puerto Rico)


Avilés es un hábil mimetizador del género. Me gusta particularmente su amontonamiento de imágenes y la nominalización.


3


Esmeralda Loyden
(Ciudad de México, México)


Esmeralda Loyden escribe unos hermosos haikus enraizados en el mundo natural, como debe ser, y tienen el aire familiar de los excelentes poetas Tablada y Pacheco.



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Selección y comentarios de

Vicente Haya


Haikus individuales



1


Aki Sanz
(Cádiz, España)

En la azotea,
la ropa maltratada
bajo la lluvia.


Hemos considerado que era éste el mejor de los haikus presentados porque no hay protagonista humano ni animal. Hay una impresión fuerte de "¡mira eso!". El poeta ha desaparecido y se conmueve con algo que ocurre, que ni es hermoso ni es entrañable. Es sólo ropa recibiendo el castigo de la lluvia. Nada más y nada menos. Porque nosotros sabemos que, si algo ocurre y el poeta se conmociona, está ocurriendo lo sagrado. Cualquier cosa que sea lo que esté sucediendo.


2


Méliès
(Sevilla, España)

Persigue en zigzag
el gorrión a la mosca
para comérsela.


Uno de mis maestros de haiku me enseñó que un buen haiku era aquel que contenía todos los elementos necesarios para reproducir en tu imaginación el instante que ha sido captado. Pues bien, éste es el caso. Un haiku muy difícil de capturar -tanto como la mosca por el gorrión- aunque todos lo hayamos presenciado tantas veces... En esa dificultad reside la genialidad de este autor.


3


Jorge Martínez Ruiz
(Morelos, México)

Lluvia de enero,
un murmullo de gotas
en la hojarasca.


Este haiku tiene un inconfundible sabor japonés a shizuka (calma, tranquilidad), pero, sobre todo, es un haiku sencillo, sin pretensiones y por eso mismo auténtico. No ha sido algo difícil de percibir ni de capturar en 5-7-5, precisamente por eso lo hemos elegido. El haiku requiere de una modestia de la que carece la mayoría de los haikus que se fabrican en occidente. Es normal: nosotros, los occidentales, ignoramos casi todo de las sutilidades de la modestia japonesa. Con alguna excepción: este haiku. El poeta sabe que no ha logrado un haiku imposible, y lo deja estar; porque eso que ha sentido tiene la misma importancia que la existencia de la luna llena. Es parte de la realidad el murmullo de las gotas en la hojarasca y no debe ser obviado bajo ninguna razón, al menos, razón poética.



Autores



1


Setsufu
(Madrid, España)


Nos ha parecido éste el autor que en sus haikus ha captado más del espiritu japonés por la sencillez de las impresiones que nos revela, en las que él ha desaparecido completamente. Pequeñas impresiones sin ostentación es lo que transforma su obra en auténtico haiku japonés: "llega el frescor", "ya no se mueve el agua", "un perro viene a mi lado", "se ve una luz perdida"... Hay poco que corregir, así pues, poco que hablar. Modestia por modestia. Muy japonés todo. El mejor de los haikus que presenta es, a nuestro juicio: "Ya sólo quedan / montañas y estrellas: / viejo almacén". Como diría un japonés, este haiku tiene wabi-sabi; tiene sabor a hermosa soledad, a melancólica nostalgia de la belleza.


2


Raijo
(Murcia, España)


Hay más occidente en él que en el anterior premiado, pero también es verdad que es lo mejor de occidente: su capacidad de elaborar poéticamente la realidad y no simplemente plasmarla. En este sentido, maravilloso es ese "De viento que se va / está hecho ese vuelo / de hojarasca". Pero lo que a mí me interesa es primero entrar en el haiku japonés, empaparnos, y luego elaborar poéticamente nuestro corazón occidental y no hacer poesía mientras aprendemos del haiku. Es un autor que seguramente en el futuro va a dar mucho de sí, porque recibe impresiones muy profundas de parte de la realidad, sobre todo en lo que se refiere a lo evidente (que es lo más difícil de percibir: "llueve bajo las nubes", "mar desde la ola a la playa"...). Aún está presente el poeta ("mi indefensión", "mis esparteñas") y es algo que estamos convencidos que con el tiempo desaparecerá de su poesía. Destacaría como auténtico haiku japonés de calidad su: "Ay, empapadas / en los charcos, qué duras / mis esparteñas". Podría haberlo escrito Issa, Shiki, Santôka o Ryôkan. Con el haiku es siempre así: mientras más te impresiona, menos puedes hablar de él. Soberbio.


3


Maramín
(Valencia, España)


De gran calidad algunas impresiones recogidas por este autor, también dentro del terreno de lo cotidiano, que es para el hombre vulgar lo invisible: "el sol encoge las sombras", "migran las golondrinas en invierno"... Es lástima que haya en la mayoría de sus haikus algún pequeñísimo defecto para transformarse en un auténtico poema japonés; debería contar con un corrector de haikus. Por ejemplo, el haiku de la resina es magnífico (podría ser el mejor del concurso) pero le sobra la palabra "perfuma". Es claro que la resina huele; podría haberse dicho "impregna", y no se insiste en lo que ya se comprende, haciendolo así más sutil. O, por ejemplo, el de la libélula es muy correcto, pero su violencia es poco japonesa. Bueno, no tenemos necesariamente que imitarlo todo, pero primero conviene saber lo que es el haiku japonés y luego hacerlo renacer en nosotros con nuestra propia expresión. Me quedo con el haiku del calor de agosto, que, si bien no es el mejor, sí es el que no contiene ningún error o ruido para un japonés: "Calor de agosto, / abrasado el rastrojo, / sierran chicharras".



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Selección y comentarios de

Fernando Rodríguez-Izquierdo


Haikus individuales



1


Maramín
(Valencia, España)

Rozando el agua
libélula sedienta,
salta la carpa.


Capta muy bien el instante natural y la correspondencia de ritmo vital entre especies animales. Incluso ha prescindido del artículo en el 2º verso, intensificando así la rapidez.


2


Miguel Lorenzo
(Montevideo, Uruguay)

El río un plato
y el martín pescador
pronto a quebrarlo.


Metáfora muy simpática, que favorece la intuición y combina bien la armonía/contraste de la naturaleza.


3


Nanook
(Sevilla, España)

para admirar
el rocío en la hierba
he de agacharme


Refleja un sentimiento muy japonés: humillarse para poder admirar -casi adorar- el milagro continuo del mundo.



Autores



1


Miguel Lorenzo
(Montevideo, Uruguay)


Armoniza bien el plano imaginativo y el conceptual: interioriza y humaniza a la naturaleza. Es de mucho efecto el trastrueque de adjetivos en su primer haiku (rancho blanco queda mudo): "rancho mudo queda blanco".


2


Nanook
(Sevilla, España)


Poeta de gran sensibilidad para el haiku. Juega bien con la sorpresa y el efecto sumi-e de imágenes difuminadas, como la del pez de su tercer haiku, o la de la lluvia del último.


3


Palmira
(Valencia, España)


Combina madurez y frescura en su composición del haiku. Muy sensible a efectos de luz y al recuerdo de experiencias humanas. Suele dejar una puerta abierta al misterio.



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Selección y comentarios de

Carlos Spinedi


Haikus individuales



1


Sylvia Simonet
(Salto, Uruguay)

En el naranjal,
a la hora del ocaso,
¡cuántos soles hay!


A la luz crepuscular del ocaso la poeta sorprende el momento mágico en que el color de los frutos se acentúa contra el fondo oscuro del follaje, hasta transformarse, en nuestra imaginación, en una cálida y múltiple visión de muchos soles.



2


Eldo
(Huesca, España)

El bosque atrapa
pinceladas de otoño
entre sus ramas.


El autor nos propone un cambio inesperado -que la poesía torna verosímil- en previsibles relaciones de causa a efecto: aquí sería el otoño el que da su color al bosque y no el bosque a la estación, como hasta ahora, ingenuamente, habíamos creído. Para un poeta las cosas no siempre son lo que parecen...


3


Jorge Martínez Ruiz
(Morelos, México)

Lluvia de enero,
un murmullo de gotas
en la hojarasca.


Hay un invierno interior, subjetivo, que asocia a esa estación con el paisaje de la melancolía y la decadencia: el poeta cree reconocerlo en ese murmullo indefinido producido por el golpeteo de la lluvia sobre una materia orgánica caduca, condenada a su inevitable y rápida descomposición.



Autores



1


Sylvia Simonet
(Salto, Uruguay)


En este conjunto de haikus prevalece, a nuestro entender, por encima de una cuidadosa utilización del idioma y de un ponderado manejo de la forma, la protagónica presencia de la Naturaleza -fiel a la estética tradicional del haiku- que los lectores podrán apreciar, sin duda, gracias a la auténtica sensibilidad poética puesta en evidencia por su autora.


2


Maramín
(Valencia, España)


Igualmente esa misma Naturaleza ocupa aquí el núcleo temático del conjunto de haikus considerado; mas en ellos predomina una visión diferente, que centra su atención en el permanente cambio que las estaciones imponen al mundo cotidiano, y encausa nuestra mirada hacia esa eterna mutación que tanto atrajo el interés de los maestros del género.


3


Rafael García Bidó
(Santo Domingo, Rep. Dominicana)


En estos haikus se reconocen virtudes y valores similares a los ya señalados precedentemente y en ellos es dable, también, señalar un tratamiento objetivo de la realidad que se intenta aprehender; libre de la tentación de los pronombres personales y de la excluyente subjetividad que supone la glosa explícita de sentimientos respetables, pero que no siempre están al servicio de la poesía.



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Interpretación haiga a cargo de

Liliana Ortiz


Disponible en la sección Publicaciones