Haiku nº 5. Autor: Ryota
追はれては月に隠るゝ螢かな
Owarete wa
tsuki ni kakururu
hotaru kana
  Tan insistentemente perseguida
que la luciérnaga se ocultó
en la luz de la luna
Con cuatro palabras y tres partículas japonesas se expresa una impresión de una profundidad inescrutable... Lo lógico es esconderse en lo oscuro. Pero... ¿Dónde podría esconderse una luz? Una luz sólo puede esconderse en una luz mayor. La luciérnaga, como se ha sabido perder en lo que es mayor que ella, logra la protección que ansía. Nuestra misma naturaleza agigantada es lo que nos protege. Porque nos transforma en lo que nadie espera. Una luciérnaga está a salvo cuando se tranforma en luna. Esa luna que cegará al cazador de luciérnagas y lo dejará absorto en blancura.
Vicente Haya