Haiku nº 6. Autor: Fûsei
夜半の夏しいんと更けて十七音
yowa no natsu
shiin to fukete
jûnana on
  Ahondando en el silencio
de la noche del verano,
diecisiete sonidos
El presente haiku es complicado de traducir, por la deliberada ambigüedad con que el autor ha dejado el término shiin al privarnos de su kanji. Shiin significa, entre otras cosas, "causa de muerte", "consonante sorda", "sello personal". Alguno de estos términos debe ser el correcto, o todos ellos. El silencio de las horas más avanzadas de la noche encuentra su "causa de muerte" en un haiku que el poeta no puede reprimir y que susurra bajito como si fueran "consonantes sordas", como si ese rumor de poesía fuera el "sello personal" del hombre que se ha atrevido a internarse en la noche, su aportación al mundo de la Naturaleza.
Así, lo primero que se nos ocurre es pensar en el haiku -diecisiete son sus sílabas- como lo que ha puesto fin al silencio de esa noche. Pero, desde otro punto de vista, también podríamos considerar que se nos está diciendo que dentro del silencio hay sonido. Con tal de que escuchemos atentos. El silencio, como el resto de las cosas, no es una realidad plana; admite nuestro internamiento dentro de él. ¿Cómo? Afinando nuestros sentidos. Son los sentidos los que nos capacitan para el viaje por el interior de la realidad, a través de sus distintos niveles, de sus distintas capas. En concreto, si ahondamos en el silencio descubrimos que no es silencio más que para los que son sordos a lo sutil. Todo silencio es un enjambre de sonidos respecto a los que no estábamos preparados.
Vicente Haya