XII. Avión de piedra
"Todo es solamente un destello que penetra el vasto mundo fenoménico."
Dogen-zenji
Hace poco en la calle le pregunté a un niño si sabía lo que es un pino, y me dijo que sí porque los había visto cientos de veces por el televisor e Internet. Pero guardó silencio cuando le pregunté si sabía a qué olían, o si alguna vez los había escuchado en una tarde de viento.
El mundo es cada vez más plano. Al menos esa era mi conclusión después de haber sido sometido por años a la influencia del medio urbano y sobre todo, de los medios masivos; en donde la realidad que supone el acceso a tanta información, muchas veces lo deja a uno con la sensación de no saber nada, de vivir en la ficción. Aunado a esto, estaba aquello de percibir cómo para muchos la dimensión material de las cosas pareciera haberse perdido. Como si únicamente lo que se puede ver y oír es lo que cuenta.
Sin embargo, la realidad siempre será la fuente de cualquier ficción por muy plana que ésta sea. En días pasados tuve acceso por fuente directa a lo que ocurre justo del otro lado del mundo. Personas que no saben qué es Internet y que pasan buena parte del día sentados mirando cómo pasa la vida frente a sus ojos y narices. Ciudades donde no hay semáforos ni reglas viales. Seres humanos que visten con indumentarias que sólo había visto en películas con idiomas extraños o en exóticas pastorelas, pero que, para ellos, son parte de una cotidianidad compartida con changos y vacas donde los muertos son cremados frente a un río para que sus cenizas vuelvan a su cauce, el mismo que utilizan para bañarse en grupo o en rigurosos actos de purificación.
Tras escuchar los fascinantes relatos de tierras tan lejanas, justo eso fue lo que me quedó: la sensación de lejanía que se manifiesta en la autenticidad de las imágenes. Entre más lejano sea el lugar en este planeta, más exótica será su manifestación. Por otro lado, descubrir la ficción en la que he estado viviendo. El mundo sigue siendo tan enorme y lleno de olores, texturas y sabores... Con seres humanos o flores que responden a las condiciones que sus medios les ofrecen. Lejos de ese otro ambiente del mundo actual en donde todos cada vez nos parecemos más y nos vestimos igual.
Y pensar que el mismo sol que sale allá, es el de todo los días de acá, pues a fin de cuentas, todos vamos viajando en esta enorme piedra llamada Tierra.
aves migratorias -
el vaivén de los narcisos
en el campo
Israel López Balan